El hijo de Eduardo Gómez dice que luchó contra el cáncer "como un gladiador"
MADRID. En declaraciones a los medios en el Tanatorio de la M-30 de Madrid, donde han sido traslados los restos mortales del popular cómico, Héctor Gómez ha destacado que su padre "luchó hasta el final".
"Era muy buena persona, con un gran corazón y, como buen gladiador que era, ha luchado y ha muerto en paz y tranquilo", ha afirmado su hijo, quien también ha destacado que solo al final la familia ha hecho pública la causa del fallecimiento, un cáncer, porque quiso llevar la enfermedad de manera discreta para "no preocupar ni hacer sufrir a la gente".
"La batalla ha sido dura, de bastantes meses de entrada y salida del hospital, y él ha luchado por su vida, por curarse, pero el cáncer le ha ganado la batalla", pese a su "fortaleza envidiable".
Héctor Gómez, también actor, ha recordado que el artista fallecido -conocido por sus papeles en series como "La que se avecina" o "Aquí no hay quien viva"- cumplió este sábado 68 años y que, a pesar de que su cuerpo estaba "casi agotado", su mente "seguía luchando" y estaba lleno de proyectos.
Gómez, que ha agradecido el apoyo de los seguidores de su padre, lo ha definido como un "modelo a seguir", una persona a quien le gustaba ayudar a la gente, además de hacerles reír, porque consideraba que la risa "es la cura del alma".
"La mayor enseñanza que me ha dejado es que, por muy mal que estés, siempre puedes salir a la superficie. Lo pasó muy mal durante su vida, tuvo etapas muy malas, y me enseñó que por muy abajo que estés, siempre puedes salir a la superficie. Es un ejemplo de superación", ha concluido el hijo.
Los restos mortales de Eduardo Gómez serán incinerados este lunes a mediodía en el madrileño cementerio de La Almudena.
Más en Sociedad
-
Las denuncias de tráfico crecen más de un 10% en Euskal Herria durante el año 2024
-
Hallan el cadáver de un joven migrante flotando en una playa de Ceuta
-
Llega el amigo imaginario 2.0: un avatar creado por inteligencia artificial con efectos secundarios
-
Las aerolíneas de bajo coste se lanzan a absorber el millón de asientos que deja Ryanair