Bilbao - Dicen de él, a las escasas horas de fallecer, que Txomin Saratxaga Ramírez fue una figura jeltzale nunca lo suficientemente valorada. Reconocido, eso sí, en vida por quienes se reunían a su alrededor, su trayectoria no atesora unas memorias que le hagan justicia. Murió ayer, de forma paradójica, cuando nacían las primeras horas del miércoles. El funeral en su recuerdo se oficiará mañana, a las 19.00 horas, en la iglesia Santa María del Mercadillo de Sopuerta.

Letrado de formación, fue un activo colaborador del PNV durante la clandestinidad y colaboró con los encausados en el Proceso de Burgos. Sabiniano, formó parte del Bizkai Buru Batzar jeltzale e institucionalizó la celebración del Alderdi Eguna, así como la agrupación de corte memorialista Betiko Lagunak. Siempre será recordado, asimismo, porque regentó la recordada librería Kirikiño, y su esposa, Sorkunde, la también popular Lauaxeta, dos claves del abertzalismo en Bilbao. El matrimonio dio a Euskadi dos hijos.

El conocimiento de su pérdida causó ayer enormes pesares tanto en la comunidad jeltzale como en la izquierda vasca. Iñaki Anasagasti fue una de las personas que mejor le conoció. El exsenador pone el énfasis en que “se nos va un señor, un jelkide y una referencia del PNV tanto en la clandestinidad como en la actualidad” y precisa que tuvo “muchísima” relación con él durante el Proceso de Burgos. “Gracias a su arriesgado esfuerzo se consiguieron las fotografías de los condenados a muerte que France Press internacionalizó. Visitó a todas las familias y subía a las casas a por la foto del encausado y volvía al coche. Se la jugaba en cada acción”.

Anasagasti subraya su labor junto a Ajuriaguerra en la clandestinidad. “Organizó este junio una comida para recordar el discurso de Sabino Arana en 1893 en Larrazabal con gran éxito”. Fue de algún modo una despedida. Begoña Errazti participó también en aquel fraternal encuentro. “¿Ha fallecido Txomin? ¡Qué disgusto! Saratxaga fue un gran intelectual con amplios conocimientos de las fuentes del nacionalismo vasco”, mantiene y va más allá en su reacción: “Formó parte de eventos muy importantes en los que él fue cabeza e ideólogo, aunque un hombre no suficientemente valorado”. Errazti le agradece su “cercanía”, “el cariño” recíproco que se profesaban y admira su capacidad “para reunir a gentes de distintos ámbitos”.

Así, por ejemplo, el historiador Txato Etxaniz reconoce la labor del de Sopuerta, con quien compartió horas de conversaciones cuando acudía a él a comprarle libros. “En tiempo de EGI fue un gran luchador y un personaje de los jeltzales que conspiraron contra Franco desde la clandestinidad. Saratxaga era aparato. Muy reconocido”, resume el de Gernika-Lumo. “Recuerdo que fue uno de los que viajó a visitar al Papa Pablo VI”, apostilla. El presidente de Sabino Arana Fundazioa, Juan Mari Atutxa, por su parte, aporta más palabras cordiales a su persona. “Abertzale y sabiniano, Saratxaga era ejemplo de una vida dedicada a la patria y a la recuperación de su libertad desde una incesante y generosa actividad política y cultural”.

Hombre de organización Tal fue su servicio al mundo jeltzale, que el periodista Iñigo Camino evoca cómo protagonizó la reorganización clandestina del PNV a principios de los años 60 y en los últimos años del franquismo y en la transición. “Encartado de Sopuerta, desde siempre, tuvo una relación muy estrecha con nuestro aita, José Mari Camino Arana, entonces implicado en la organización ilegal de Sodupe, por lo que he mantenido una cariñosa relación con Txomin”, le agradece. Camino califica a Txomin como hombre siempre de organización. “Mi primer recuerdo de él se remonta a 1977 en Aralar, cuando Txomin fue capaz de hacer el milagro de organizar aquel primer Alderdi Eguna en la cima de San Miguel”, le aplaude y agradece haber podido participar en el homenaje que abertzales de distintas generaciones le tributaron hace unos meses en torno a una comida en el Hotel Oriol, de Santurtzi. “Conocido cariñosamente como Diente puto, en estos últimos años mantuvo destacadas iniciativas de memoria histórica en torno al grupo Betiko Lagunak que lideraba”, agrega y cede la palabra a Iñigo Landa. “Se nos va un abertzale de los pies a la cabeza. Estaba muy ilusionado con la puesta de largo de Betiko Lagunak como asociación cultural y constantemente nos transmitía esa ilusión”. El gudari del Batallón San Andrés también reconoce los ideales y compromiso de Saratxaga. “Quiso lo mejor para nosotros, los gudaris y milicianos. Era muy amigo y cordial. Siento muchísimo su pérdida. Mi hijo fue muy amigo suyo y le recuerdo, por ejemplo, en la comida que nos organizó con Azkuna en Bilbao hace unos años”, enfatiza.

El periodista Xabier Lapitz, conductor del programa televisivo En jake, fue quien anunció ayer en directo el fallecimiento de Saratxaga, “un referente de la cultura. Nuestro abrazo a la familia personal y política”.

Por su parte, Andoni Ortuzar señaló que “ante tan irreparable pérdida, lo primero que debo hacer como presidente del Euzkadi Buru Batzar es un agradecimiento público a su labor, su dedicación, su entusiasmo por la causa vasca y por EAJ-PNV durante los duros años de clandestinidad y también a la salida de la misma como destacado burukide del Bizkai Buru Batzar. Esta es una gran pérdida para Euskadi y para el sentimiento abertzale. Por eso nos unimos al dolor de toda su familia y allegados. Goian bego. Egun haundirarte, Txomin!”.