MADRID. La Guardia Civil ha intervenido en una operación internacional que ha llevado al cierre de una plataforma de videoconferencias utilizada por varios grupos de pedófilos para la captación de menores en Internet con fines sexuales. Se ha detenido a 31 personas e identificado a 145 víctimas, en su gran mayoría niñas de entre 8 y 14 años.

La mayoría de estas detenciones e identificaciones de menores se han llevado a cabo en Estados Unidos, aunque en España se ha logrado identificar a ocho menores de edad y se ha procedido a la detención de tres personas por su participación en estos hechos, además de haberse conseguido bloquear la plataforma utilizada para la captación de las menores.

Se trata de una nueva fase de la operación 'Craven' de la Unidad Central Central Operativa (UCO) y del FBI a través del grupo de trabajo VCACITF (Violent Crimes Against Children International Task Force). De forma coordinada, el grupo criminal animaba a la menor captada a emitir a través de su webcam, haciéndole peticiones que comenzaban como un juego para ganarse la confianza de la menor.

UN LÍDER DETENIDO EN ESPAÑA

Los distintos grupos investigados utilizaban técnicas similares, existiendo un reparto claro de roles y una forma de actuar totalmente organizada. Los dos papeles principales que se repartían eran los de "Hunters" (rastreo de menores en diferentes redes sociales) y "Loopers" (los encargados de los paquetes de vídeos, algunos de contenido especialmente degradante).

El primer registro realizado en España en el marco de esta investigación fue practicado en febrero de 2018 en Alicante. El detenido ha sido recientemente juzgado y condenado a 180 años de cárcel por 38 delitos de producción y distribución de material pornográfico con menores con "carácter degradante o vejatorio".

El análisis del material intervenido durante ese primer registro permitió constatar que esta persona ejercía un rol de liderazgo dentro de su grupo, estableciendo reglas para el resto de componentes, cuyo incumplimiento podía incluso derivar en su expulsión, según ha informado la Guardia Civil.

La actividad de esta persona en relación a los menores tenía una tendencia claramente ascendente. Inicialmente descargaba archivos pedófilos a través de redes P2P. Posteriormente pasó a redes que permiten un mayor anonimato, donde obtuvo material idóneo para hacerse pasar por un menor más, llegando a interactuar con decenas de ellos.

En octubre de 2018 se realizó un segundo registro en la localidad de Getafe (Madrid). El investigado se encontraba en ese momento de viaje en el sudeste asiático, siendo detenido a su regreso en el aeropuerto de Barajas. El análisis del material intervenido durante el registro permitió a los agentes descubrir que había utilizado diversas identidades ficticias y técnicas de engaño para captar a sus víctimas, todas ellas menores.

WEB ADMINISTRADA DESDE ESPAÑA

Además de la plataforma que dio origen a la investigación, esta persona había utilizado otra de características similares, diseñada específicamente para este tipo de prácticas. Las emisiones que hacían las menores eran automáticamente capturadas en vídeo, permitiendo a sus usuarios el acceso a los mismos a posteriori, incluso aunque no hubiesen tomado parte en la actividad con la menor.

Se pudo también averiguar que el investigado utilizaba un juego de apariencia inicialmente inocente, donde solicitaba a las menores que saludasen, sacasen la lengua o lanzasen un beso, recibiendo una suma de puntos diferente por cada una de estas acciones. Según avanzaba el juego, las menores debían desnudarse y realizar diversos comportamientos de alto contenido sexual. Entre el material intervenido, se han encontrado decenas de vídeos de diferentes menores resultado de la manipulación realizada con este juego.

Con una de las víctimas del detenido en Getafe, los hechos se desarrollaron de forma más sostenida en el tiempo. En este caso, para obtener información de la menor, el investigado utilizó varios sistemas de "phishing", con los cuales obtuvo datos personales de la menor e incluso obtuvo acceso a sus cuentas en diversas redes sociales y sistemas de almacenamiento en la nube.

La página web utilizada era administrada desde España, cuyo responsable habría tenido conocimiento del uso que se estaba haciendo de su plataforma. Por estos hechos se ha procedido a la práctica de dos registros domiciliarios.