Donostia - Las tres capitales vascas quedarán unidas por ferrocarril a partir de 2024 por un coste medio de cada viaje de 8 euros y una frecuencia de 21 trenes diarios que se reforzará en las horas punta con un convoy cada treinta minutos. Todo ello permitirá que el viaje entre Bilbao y Donostia y entre la capital guipuzcoana y Gasteiz se cubra en 45 minutos, mientras que entre la capital alavesa y la vizcaina el tiempo se reduzca a media hora.

Así lo especifican los estudios técnicos presentados ayer por la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, en una reunión celebrada en Donostia donde radiografió la situación actual de la construcción de la Y vasca y adelantó las perspectivas futuras de su puesta en marcha. Un proceso que aseguró rotunda “es imparable” por el alto grado de desarrollo de la obra, lo que hará posible que esté culminada en 2023 para que el tren de alta velocidad esté operativo a principios de 2024. Tapia especificó que en el tramo guipuzcoano, responsabilidad directa del Ejecutivo vasco, están el 90% de los trabajos concluidos mientras que en los otros dos corredores, el de Bizkaia y el de Araba, que construye el Ministerio de Fomento, se está al 75% de la obra civil. Ante la posibilidad de que un nuevo gobierno en La Moncloa que salga de las próximas elecciones afecte al ímpetu actual de los trabajos, Tapia aseguró que “la Unión Europea está muy encima porque este proyecto en un elemento crucial dentro del corredor ferroviario del Atlántico”, además de aclarar que “también recibe muchas ayudas económicas europeas”.

Los estudios de uso de los trenes, las frecuencias con las que circularán y el coste de los viajes fueron redactados en el marco de la Eurorregión de Aquitania, Euskadi y Nafarroa con el objetivo de potenciar las conexiones ferroviarias entre las capitales con los denominados trenes intercitys. “Si se ofrecen esos servicios entre ciudades e intracomunitarios a unos precios competitivos, la demanda va a aumentar seguro”, apreció la consejera.

Competir con la carretera Sobre el coste del billete de estos itinerarios los técnicos trabaja, con un precio medio de 8 euros, que puede subir hasta los 12, en una horquilla de costes que quiere ser competitiva con el transporte por carretera.

Imanol Leza, director de Euskotren explicó que “son precios medios estimados ya que esperamos incluir estos servicios dentro de las actuales tarjetas de transporte Barik, Mugi y Bat o en una futura tarjeta conjunta que se pueda crear para todo el País Vasco”. Lo que significa que los precios de los traslados en alta velocidad serán más elevados para un viajero ocasional como ocurre ahora en el metro, tranvía o Euskotren.

De todas formas, para 2023 ya estará liberalizado el mercado de prestación de servicios ferroviarios lo que puede suponer que diferentes compañías puedan cubrir estas circulaciones con lo que ello supone de competencia y de posible rebaja de precios. En este sentido, la consejera especificó que a Euskotren, como compañía ferroviaria dependiente del Ejecutivo de Gasteiz, “nos gustaría explotar estas conexiones bien en solitario, en coordinación con otros operadores como Renfe o su homóloga francesa SNFC, o también con un operador privado”.

Con estas circunstancias, la intención del Gobierno vasco es ofertar para 2025, una vez regularizado el servicio tras el primer año de actividad, 21 trenes diarios desde cada una de las capitales vascas, una frecuencia casi equivalente a la del metro pero a nivel de la comunidad autónoma, que se intensificará en las horas puntas con una salida cada media hora. Un abanico de circulaciones con la que está previsto atender una demanda de casi cuatro millones de viajeros que se estima utilizarán los intercitys.

Las previsiones de viajeros en las conexiones con Iruñea varían en función de la alternativa que se tome para conectar la Y vasca con Nafarroa a través de Ezkio, en Gipuzkoa, o de forma directa desde la capital alavesa. La demanda prevista en el primer caso es de 1,42 millones de viajeros al año, mientras que en el segundo se quedarían en 945.000 usuarios. Una diferencia de calado basada en los tiempos de viaje que fluctúan de forma importante según la opción. Lógicamente la máxima diferencia se encuentra en el viaje entre Gasteiz e Iruñea, que si es directo durará 23 minutos, mientras que a través de Ezkio sube hasta los 39 minutos.

El informe también prevé que cerca de 2,3 millones de personas usarán las conexiones del TAV entre Euskadi y Madrid, con viajes que durarán de dos a dos horas y media según la capital de partida, y otros 950.000 clientes con la zona intermedia de Castilla y León. En cuanto a las relaciones con Aquitania, las estimaciones apuntan que desde Euskadi se moverán más de 1,5 millones de pasajeros, mientras que desde Nafarroa no llegarán a 60.000.