Bilbao - Todos los que pertenecen a un club de tiempo libre tienen el domingo una cita en La Arboleda. Una fiesta que tiene como fin ser el colofón de un gran curso. Así, La Arboleda acogerá a más de 300 personas en una jornada festiva que estará llena de actividades con la seña de identidad euskaldun presente.

“Esperamos que haga buen tiempo. Nos vamos a llenar de barro y vamos a llegar todos agotados”, aseguran Mertxe Luengo y Jesica Olazabal, responsable y coordinadora de Gaztetxo, quienes explican a DEIA que la jornada comenzará con un agurra que bailarán algunos monitores. Tras la dantza habrá un discurso de la bienvenida a todas las personas que participen en la jornada. “Generalmente lo hace el grupo anfitrión de la localidad en la que se celebra la jornada, pero en La Arboleda no hay”, adelantan. Por ello, tres personas que han participado desde sus primeros años de vida en este club -han sido monitores, han pasado por el claustro y ahora trabajan en la asociación- han sido seleccionados para la ocasión. “Van a ser tres personas las que nos den el ongi etorria”, expresan.

Tras ello, comenzará la auténtica fiesta. Herri kirolak, una yincana gigante que, según aseguran, tiene similitudes al programa televisivo El Conquis; una comida popular, una chocolatada... serán algunas de las actividades organizadas por este club. “Aunque sea una fiesta, queremos tener presente nuestra seña de identidad”, aseguran tanto la responsable como la coordinadora de Gaztetxo.

Luengo y Olazabal creen necesario la existencia de los clubes de tiempo libre porque consideran que son una continuidad de la educación formal. “Somos un complemento a esas horas extras en las que los chavales están disfrutando del ocio”, explican, porque “las ikastolas dan una serie de contenidos, pero nosotros también les estamos formando como personas”. Y es que, la edad de los menores con los que trabajan oscilan entre los 3 y los 17 años. “Trabajamos con chavales en los locales de todo el territorio de Bizkaia”, cuentan. Y lo llevan haciendo más de cuarenta años con varios objetivos: “Queremos transformar la sociedad en base a unos valores que principalmente es enseñarles los deportes, las dantzas y la historia de Euskadi”, relatan.

Valores personales Pero no todo queda ahí. También trabajan la solidaridad, la cooperación, la integración o la inclusión. “Y, sobre todo, lo que queremos es que los que empiezan desde txikis con nosotros en un futuro puedan ser monitores”, dicen. De ahí nace la escuela de Gaztetxo, que a día de hoy cuenta con alrededor de treinta grupos. En cada uno de ellos hay una docena de personas que trabajan de forma voluntaria con una media de treinta chavales por grupo. “Tres o cuatro mueven muchísima gente, como el grupo de Atarrabi Taldea, en Barakaldo, que tiene a más de cien menores”, subrayan. “Tenemos niños de 3 años en Rekalde, por ejemplo, hasta los 17. Luego se pueden hacer monitores e incluso algunos pasan al claustro a dar clases con nosotros”, explican. Gracias a la asociación sin animo de lucro que gestionan, bajo el nombre de Aisian, muchos de sus alumnos entran en la bolsa de trabajo donde se están formando. “Es un poco nuestro espíritu. Aquella persona que está de forma voluntaria, con nosotros, luego en verano puede conseguir un contrato y trabajar en los udalekus que ofertan los ayuntamientos, la BBK o la Diputación de Bizkaia”.

Sin embargo, lo que aseguran que tienen claro es que los udalekus no son unos “parkings”. “Siempre lo decimos en las reuniones que tenemos con los padres”, informan. Así, los udalekus siempre los organizan en Nafarroa, un lugar que creen que es el más adecuado para desarrollar las actividades. “Es donde podemos hablar nuestro idioma, porque creemos que Euskadi es más que los tres territorios de la comunidad”, explican.

Lo que tienen claro es que las familias valoran este tipo de clubes. “Tenemos familias que están con nosotros muy cómodas y son muy fieles”, dicen. Y añaden: “Nosotros tenemos actividades durante todo el año y todos los sábados, o cada quince días, se juntan todos los chavales. Hacemos actividades en función de la época del año en la que estemos y antes de los udalekus siempre organizamos la fiesta de Gaztetxo, la que se celebra este domingo”, relatan.

Una fiesta que, sin duda, la esperan durante todo el año. “Nosotros ofertamos actividades de multiaventura, pero también las trabajamos con unos objetivos muy claros y con un proyecto educativo muy en mente. Después de que se realizan, nos juntamos para valorar cómo ha ido y si habría que modificar cualquier cosa por si no ha gustado”, explican.

Y así seguirán trabajando para formar, de manera personal y profesional, a todas aquellas personas que participen en su proyecto.