Madrid - Han pasado 365 días de una histórica jornada que sacudió España y la bañó de conciencia feminista. El feminismo hizo ayer otra demostración de fuerza y movilizó de nuevo a cientos de miles de mujeres y a muchos hombres en lucha por un futuro donde la igualdad sea una realidad.

Fue un 8 de Marzo distinto, un Día Internacional de la Mujer festivo y reivindicativo como el pasado, dado que los motivos siguen vigentes, pero también más aguerrido, condicionado de forma inevitable por el envalentonamiento del machismo y la campaña electoral.

Las cifras apuntan que seis millones de personas siguieron los paros convocados, según UGT, con mayor incidencia en grandes empresas, en el sector sanitario o en el educativo.

Las estudiantes fueron las primeras en movilizarse. Según el Sindicato de Estudiantes, de 2,5 millones de jóvenes pararon y más de 350.000 participaron en decenas de manifestaciones a mediodía. Esa misma cifra de personas es la que salió a la calle solo en Madrid por la tarde, según fuentes policiales, aproximadamente el doble que hace un año.

España se volvió morada. La fuerza del feminismo se vio de nuevo en las calles y plazas de casi todas las ciudades españolas, con mujeres de todas las edades, de niñas a ancianas, reivindicando igualdad por la memoria de sus madres, para ellas mismas y para sus hijas y nietas.

Además de esos datos, otros tanto o más reales: los que el feminismo hizo llegar a aquellos que los quisieron leer, ver o escuchar a través de centenares de reportajes, informes, testimonios o rostros en las últimas semanas. Mensajes sobre violencia sexual, sobre conciliación, sobre trabas en las carreras profesionales, sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres y, sobre violencia machista.

Ni un paso atrás Ayer, aunque sorprenda, fue necesario repetir en redes un mensaje sencillo. El del diccionario. El que define el feminismo como “principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre” y, en segunda acepción, como “movimiento que lucha por la realización en todos los órdenes del feminismo”. Porque una de las novedades del 8 de marzo de 2019 respecto al del pasado año es el resurgir del machismo, la contrarreforma. Sin ir más lejos, varios periódicos publicaron anuncios a toda página de una organización ultra, Hazteoir.org, que pide derogar “las leyes de género”.

Ese es el contexto en el que cientos de miles de mujeres y miles de hombres volvieron a salir a las calles de las principales ciudades españolas para subrayar en morado una serie de mensajes: “Somos imparables, feministas siempre”, “Si nosotras paramos, se para el mundo” o “No tenemos miedo”.

Son solo algunos ejemplos de la España morada que ha dado hoy, 8 de marzo, otro golpe encima de la mesa por la igualdad. - Efe