Bilbao - Cree que la Justicia ha demostrado no estar de parte de una sociedad que está indignada por el comportamiento de los cinco miembros de La Manada y por su puesta en libertad provisional.
‘La Manada’ en la calle. ¿un trato de favor?.
-Iñaki Gabilondo daba el lunes la cifra de 200 violadores a los que se les podía haber sacado y siguen en prisión. Es una forma particular de interpretar riesgos que ellos entienden que no existen. Creen que no hay riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reincidencia.
¿Usted qué cree?
-Justo en el de reincidencia es en el que menos razón tienen. Cinco tíos que no saben lo que han hecho pueden reincidir.
Más que no saber, es no reconocer que han cometido un delito.
-Ellos no reconocen que han violado a nadie. ¿Por qué no van a reincidir si creen que está bien?
¿Cómo se ha llevado este tema en los medios de comunicación?
-Ha habido medios que han hecho una labor informativa impecable, pero otros se han tirado como hienas al morbo, a lo oscuro y a lo sucio de esta historia.
Existe la posibilidad de que sean entrevistados, de que aparezcan en televisión.
-Ana Rosa Quintana en su programa de televisión, entre octubre y diciembre, emitió las declaraciones de ellos en vídeo. Si se hizo esto mientras se celebraba el juicio, si se les dio voz pública, se les dio una defensa, ¿por qué ahora no se les va a poder sentar en la televisión? Me parecería una brutalidad y una falta de profesionalidad, una ruptura con el código deontológico que creo que debemos tener los periodistas.
Podrían ser entrevistas pagadas.
-Si son de pago tendría que haber alguna forma de poder denunciarlo, no sé si la hay. ¿Cómo se podría pagar a alguien por dar un testimonio de una violación? Porque fue una violación. Aunque la sentencia condena por abuso sexual con prevalimiento, lo que relata el texto es una violación. Lo que la sociedad entiende como abuso sexual con prevalimiento no deja de ser otra cosa que una violación.
Algunos quitan hierro y hablan de guerra semántica.
-No lo es. El lenguaje es importante, nos construye, nos dice cómo miramos las cosas. Hay que llamar a las cosas por su nombre.
Da la sensación de que la Justicia está de espaldas a la sociedad.
-Está al margen de la actualidad, de la sensibilidad, de la reacción de millones de mujeres y hombres en el mundo.
Nuevas denuncias por violación y parece que los hechos siguen el mismo patrón que el de ‘La Manada’. ¿Salen baratas las agresiones sexuales?
-Nueve años de cárcel no son cualquier cosa?
Si los hubieran cumplido... ¿no?
-Cierto, ahora mismo están en la calle. A mí no me parece que pasar nueve años en la cárcel sea poco tiempo. Con la denominación de abuso y no de agresión que hizo la Justicia y ahora con una libertad provisional que los deja en la calle?
¿Cómo juzga la actuación de los abogados de ‘La Manada’?
-Rozan el límite de lo legal. Uno de ellos que ha convertido su defensa en espectáculo.
Ha leído la sentencia completa?
-Con bastante estómago. Es un texto muy fuerte, casi obsceno.
También parece una perversión criminalizar a la víctima por intentar normalizar su vida después de la agresión.
-Entramos en el corsé que se ha impuesto: las mujeres, además de haber sido violadas, tienen que parecer que han sido violadas; tienen que comportarse como violadas. La sociedad y, por supuesto, la Justicia tienen que apoyar a la víctima en su recuperación.