mADRID - El anuncio del Ministerio de Fomento de eliminar los peajes de las autopistas una vez que expire su concesión ha abierto un debate sobre el modelo de financiación de las vías de alta capacidad que, en la gran mayoría de los países europeos incorporan también sistemas de pago. Aunque el nuevo titular de Fomento, José Luis Ábalos, reconoció la pasada semana que “gratis, gratis no hay nada”, avanzó la necesidad de reflexionar sobre la viabilidad de la red pública de autopistas de peaje. Mientras, el presidente de Seopan, la patronal de grandes constructoras y concesionarias, Julián Núñez, lamentó que el nuevo Gobierno vaya en una dirección contraria a la del resto de Europa.

Pero, ¿cómo funcionan las autopistas de peaje en otros países? En Francia, la red nacional de autopistas y carreteras de alta capacidad gratuitas asciende a 12.000 kilómetros, mientras que las autopistas de pago suman 9.000 kilómetros. Las autopistas de peaje son propiedad del Estado, aunque son las empresas privadas las que se encargan de su construcción, mantenimiento y explotación, como en España.

En Italia la mayoría de las autopistas y autovías son de peaje y están gestionadas por empresas privadas que se ocuparan de su construcción y su mantenimiento. Hay varios sistemas de pago, entre ellos, una tarifa fija independientemente del trayecto que se recorra y una vez que se termina la concesión, las empresas pueden pedir su renovación o participar de nuevo en el concurso que convocará el Ministerio de Transportes.

En Portugal hay 14.313 kilómetros de carreteras, de los que 3.065 corresponden a autovías con peaje, que están casi en su totalidad concesionadas a empresas privadas responsables de su mantenimiento. Cuando termina el periodo concesional, regresan a manos del Estado, aunque es poco probable, puesto que es habitual que se renueven periódicamente los contratos de concesión y la fecha de finalización se vaya retrasando.

Los precios suelen ser algo más caros que en el Estado español y también existe un debate por el elevado precio de los mismos, pero no por la fórmula de explotación de las autovías.

En Alemania se introdujo formalmente el peaje para las autopistas nacionales en 2016, aunque el cobro real sólo empezará a realizarse cuando esté a punto la infraestructura necesaria. El importe recaudado irá a las arcas públicas y deberá ser destinado a la construcción de nuevas vías y al mantenimiento de las existentes. - Efe