Bermeo - La campaña de pesca de la anchoa arrancó la pasada medianoche para la flota vasca de bajura. Medio centenar de embarcaciones de Hondarribia, Orio, Getaria, Ondarroa, Lekeitio, Bermeo, Santurtzi y Zierbena faenarán durante las próximas semanas en aguas del Golfo de Bizkaia a la pesca de esta especie mediante el empleo de redes de cerco. A las embarcaciones vascas se unirán decenas de pesqueros cerqueros con base en distintos puertos de la costa cantábrica, desde Cantabria hasta Pontevedra. El TAC (Total Admisible de Capturas) establecido por la Unión Europea para la pesquería de anchoa en 2018 asciende a 33.000 toneladas de las que, en base al principio de estabilidad relativa, un 90% corresponden a la flota que faena bajo pabellón español y un 10% a los buques con base en la costa occidental de Francia, pelágicos en su mayoría. No obstante, y tras los acuerdos alcanzados por las flotas de ambos estados, los barcos de la flota del Cantábrico faenarán en exclusividad hasta el 1 de junio y, como contrapartida, cederán una parte de su cuota a las embarcaciones galas.
Esta pesquería representa una parte importante de los ingresos anuales del sector extractivo de bajura. Así, en la campaña de 2017, las cofradías de Bizkaia y Gipuzkoa subastaron 16.749 toneladas de anchoa, cantidad que supone un incremento del 14,75% respecto al volumen contabilizado en 2016, lo que le convierte en una de las mejores costeras del siglo XXI, sólo superada por las 18.950 toneladas registradas en 2001.
El valor en primera venta de la anchoa descargada en los puertos vascos superó los 27 millones de euros, con un aumento del 17,43% en relación a los 23 millones contabilizados en la campaña de 2016. La cotización media del pescado en lonja se situó en 1,62 euros el kilo, ligeramente por encima de los 1,58 registrados durante la campaña anterior.
La cofradía de pescadores Santa Clara de Ondarroa volvió a liderar el capítulo de descargas con 8.374 toneladas de anchoa procedentes de las descargas realizadas por embarcaciones de Bizkaia, Cantabria, Asturias y Galicia. Getaria por su parte, contabilizó 4.382 toneladas descargadas principalmente por los buques de la flota local en tanto que la flota hondarribitarra descargó 2.730 toneladas en su puerto base. Pasaia subastó 938, en tanto que Bermeo solo recibió 303.
Buenas perspectivas
Los arran-tzales se muestran esperanzados ante la campaña de anchoa de este año tras los excelentes resultados obtenidos durante los últimos ejercicios. No obstante, la experiencia les hace mantener cierta cautela. “La mar nos ha enseñado que no se puede adelantar nada. Las costeras son distintas cada año y nadie sabe lo que nos puede deparar. Lo cierto es que los resultados de las campañas realizadas por AZTI confirman el buen estado del recurso y confiamos en completar una buena costera” aseguran desde el sector vizcaino de bajura.
El último estudio realizado por técnicos de AZTI sobre la población de anchoa del Golfo de Bizkaia calculó una biomasa juvenil de 725.000 toneldas el pasado septiembre, la cantidad más elevada de la serie iniciada en 2003. Asimismo, la campaña Bioman 2017, en la que se analizó la población de anchoa mediante el método de producción diaria de huevos, arrojó una biomasa próxima a las 85.000 toneladas, muy por encima de la biomasa de precaución establecida en 33.000 toneladas y de la biomasa límite de 21.000.
La pesquería de anchoa está muy condicionada por elementos oceanográficos y meteorológicos. Así, las capturas de esta especie comienzan a producirse conforme tiene lugar el proceso de calentamiento de las aguas superficiales. La flota cerquera obtiene sus capturas cuando la anchoa comienza a subir a la superficie para realizar su proceso de reproducción, una vez que la temperatura del agua supera los trece grados. En estos momentos, el termómetro no supera los doce en el Golfo de Bizkaia. “Las aguas están más frías que otros años por estas alturas. La anchoa aparecerá cuando tenga que aparecer y no cuando queramos nosotros”, puntualiza un patrón. Lo cierto es que durante los dos últimos años los arrantzales vascos lograron capturas de anchoa desde el primer día. El 1 de marzo del año pasado, Ondarroa recibió 25.000 kilos de anchoa joven que llegó a cotizarse a 5.80 euros el kilo, lejos de los 17 registrados por la primera anchoa descargada en 2016.
Sin rastro del verdel La campaña de pesca de anchoa viene precedida por la pesquería de verdel. Los barcos que han salido a la mar esta semana no han localizado cardúmenes de esta especie. Se trata de una costera seriamente mediatizada por las exiguas posibilidades de pesca que corresponden a la flota de pabellón español. Además, las cuotas aprobadas para 2018 contemplan un descenso del 20%. En definitiva, los arrantzales vascos apenas podrán faenar durante unos días a la pesca de verdel a pesar de que los enormes cardúmenes de esta especie que inundan las aguas del Golfo de Bizkaia procedentes del norte de Europa posibilitarían capturas muy superiores a las permitidas.
“Para nosotros es muy duro ver que hay mucho, muchísimo verdel a las puertas de nuestros puertos y no poder capturarlo porque la cuota que nos asigna Bruselas es muy reducida. Además, nosotros no podemos capturar anchoa y cuando agotamos la cuota de verdel nos vemos obligados a amarrar en puerto hasta el inicio de la campaña de bonito en junio” explica el patrón de un pesquero bermeano que captura verdel mediante el empleo de líneas de anzuelos.
Los puertos vascos recibieron cerca de 13.000 toneladas de esta especie en 2017 con un valor en primera venta de 12,2 millones de euros. Bermeo lidera el capítulo de descargas de verdel con 2.765 toneladas.