Dicho y hecho. Apenas doce días después de anunciar que se procedería a sancionar con multas de 200 euros a todas aquellas personas que se saltaran la prohibición de acceder a las zonas cerradas debido a los temporales de olas, el Ayuntamiento de Donostia ha interpuesto las primeras denuncias. Y es que parece que la muerte de un eibartarra y una gasteiztarra el pasado 3 de enero engullidos por una ola cuando se encontraban en el espigón de Mutriku no ha sido suficiente para disuadir a la población de alejarse de los espacios expuestos durante los temporales.
Según informó el Ayuntamiento de Donostia, diez personas fueron identificadas ayer por la Guardia Municipal después de que fueran sorprendidas cuando se encontraban en un espacio que había sido previamente acordonado por seguridad. Al parecer, un ciudadano alertó al Ayuntamiento de que un grupo de personas se había saltado el cordón del Peine del Viento, tras lo cual, se avisó a una patrulla policial para que se acercara al lugar. Una vez allí, los municipales procedieron a identificar a las diez personas sorprendidas, a las que se les impondrán sendas multas de 200 euros, si bien el montante final de la sanción podrá rebajarse por pronto pago (tal y como ocurre con el resto de las sanciones).
Bien es cierto que no es la primera vez que se impone una multa por este motivo, pero sí que el Consistorio ha intensificado la campaña para que la gente sea consciente del riesgo que supone saltarse las normas de seguridad. Así lo explicó ayer a este periódico el concejal de Seguridad Ciudadana de Donostia, Martin Ibabe. “Al igual que ocurre con algunas cuestiones de tráfico, ahora hemos considerado necesario poner en marcha esta campaña. Ojalá no tengamos que poner más multas, pero seguiremos actuando de manera concienzuda”, señaló.
A juicio de Ibabe, la señalización, ya sea fija o provisional, debería ser motivo suficiente para ser respetada, algo que, visto lo ocurrido durante las últimas semanas, no está ocurriendo.
“Las necesidades de la ciudad son amplias y diversas y no podemos tener de manera constante recursos estáticos en una zona que ya está cortada de por sí. Tampoco podemos estar constantemente desalojando zonas -como ocurrió a comienzos de enero, cuando la Guardia municipal tuvo que expulsar del espigón del Kursaal a una docena de personas-”, recordó el edil donostiarra, quien insistió: “Creemos que es necesario que actuemos con este rigor porque en los últimos tiempos nos estamos encontrando con que una parte minoritaria de la sociedad no respeta las señales y se están generando situaciones de verdadero peligro”.
En este sentido, Ibabe recordó que el riesgo no es únicamente para la persona que decide exponerse voluntariamente. “Son situaciones que ponen en serio peligro la integridad de los equipos de rescate que, en un momento determinado, se ven obligados a actuar”, recordó el concejal.
Afortunadamente, las sanciones impuestas por la mañana fueron una salvedad e Ibabe reconoció que, ya por la tarde, las zonas acotadas funcionaron “bien”.
Pero la capital guipuzcoana, donde incluso se pudieron ver surfistas en el río Urumea, no fue el único lugar que sufrió los embates de un mar embravecido. El temporal marítimo azotó todo el litoral vasco, donde, por momentos, se tragó literalmente los paseos marítimos.
dos heridas en getaria En Zarautz, la pleamar golpeó con fuerza el malecón, aunque sin causar daños importantes. El paseo fue cortado al paso de peatones y los bares y establecimientos de la zona protegieron sus locales con maderas para evitar la entrada del agua.
Mayores problemas causó el temporal en las carreteras de Urola Kosta. Dos jóvenes resultaron heridas leves después de que una ola chocase violentamente contra el cristal del autobús en el que se encontraban.
Los hechos ocurrieron a las 16.50 horas -pocos minutos antes de la pleamar- en la N-634 cuando, un autobús de Lurraldebus que cubría el trayecto entre Zarautz y Zumaia recibió el impacto de una ola a la altura de Getaria.
Como consecuencia, uno de los cristales del vehículo se rompió, lo que provocó heridas leves a las dos jóvenes, de 21 y 22 años, que fueron atendidas en el lugar sin necesidad de ser trasladadas a ningún centro sanitario.
Para evitar mayores riesgos durante la pleamar (16.59 horas), se procedió a cortar el tráfico entre Zarautz y Zumaia, aunque la vía fue reabierta unas horas más tarde, sobre las 19.00 horas, una vez superado el momento crítico de la marea alta. No obstante, los dispositivos de emergencias continuarán hoy en alerta ante lo que pueda ocurrir en las próximas horas, ya que las olas no desaparecerán. El Departamento vasco de Seguridad amplió ayer hasta mañana las alertas por riesgo para la navegación y por impacto de olas en la costa.
A lo largo del día de hoy, el aviso será amarillo para la navegación, con olas que, durante la madrugada, rondarán los cinco metros y que irán descendiendo hasta los 3,5 metros conforme avance la jornada.
Más peligrosa será la situación en la línea costera, donde esta madrugada, entre las 4.00 y las 7.00 horas, se espera que las olas vuelvan a alcanzar los cinco metros, por lo que, en esta ocasión y a diferencia del aviso amarillo de ayer, se ha decretado alerta naranja por impacto. Durante la pleamar de la tarde, (entre las 17.00 y las 19.00 horas), el aviso descenderá a amarillo.
Este continuará activado mañana por riesgo para la navegación durante todo el día, con olas de hasta 4 metros, y por impacto en la costa entre las 5.00 y las 7.00 horas.