Donostia - La Policía Nacional ha desarticulado una banda de narcotraficantes que guardaba en un zulo de Zarautz 678 kilos de cocaína “muy bien enterrados”, en un modus operandi “excepcional” en el Estado y que recuerda a “métodos de los cárteles colombianos”. Así lo explicaron ayer el comisario de la Policía Nacional, Eugenio Pereiro y Blas García, el responsable del operativo que ha permitido esta incautación de 1,2 toneladas cocaína entre Zarautz y Granada, que supone uno de los mayores alijos intervenidos en el Estado.

Esta operación, cuya investigación empezó en 2016, se saldó con cinco detenidos, tres británicos y dos personas con nacionalidad española arrestadas en Zarautz, y desarticuló la organización internacional, una de las más activas de Europa, que se encargaba del tráfico de esta mercancía por países europeos. La red, asentada entre Reino Unido y el Estado español, se organizaba con camioneros profesionales para el transporte de la droga que iba oculta entre otra mercancía legal “para dar una apariencia de normalidad” en las rutas de transporte.

Más de 27 vehículos y 60 funcionarios policiales nutrieron esta “operación de alto coste” en la que siguieron la pista a uno de los integrantes, un camionero británico en su ruta desde Francia por diferentes municipios de la costa levantina hasta Almuñécar (Granada).

En su seguimiento se comprobó cómo el camión entraba “vacío” por Francia a Gipuzkoa, desde donde se trasladaba a Almuñécar pasando por el Levante y la región de Murcia. Después se dirigía a provincias como Málaga y regresaba a Gipuzkoa con paso por Madrid o Burgos. En su recorrido, siempre por vías secundarias y siguiendo a un turismo “lanzadera” que guiaba al conductor, García detalló que este realizaba “cargas legales” y era en su regreso a Zarautz cuando cargaba la droga entre otros productos, repitiendo después el periplo.

Durante la operación, el camión hizo una descarga en un almacén en Almuñécar en el que los investigadores hallaron 531 kilogramos de cocaína repartidos en paquetes con manchas de barro y signos de humedad. Esta pista hizo que, en la siguiente parada del camionero en una finca rural de Zarautz, zona de carga de la mercancía, los funcionarios buscaran la mercancía bajo tierra. Antes ya habían inspeccionado una vivienda deshabitada ligada a los arrestados en la que hallaron una plantación de marihuana. “Donde pensábamos que estaría almacenada la cocaína, había cultivos de marihuana”, dijo García.

Sin embargo, en un recinto cercano en el que fueron detenidos los otros dos implicados, encargados de la vigilancia del lugar, los agentes descubrieron un zulo soterrado en cuyo interior se ocultaban 612 paquetes de cocaína en dos contenedores: un total de 678 kilos de droga. Además, había un tercer contenedor vacío en el que se sospecha que se guardaba la cocaína intervenida en Granada. En total, en ambos registros los investigadores se incautaron de más de 1.200 kilos de cocaína que, por kilos, hubieran generado un beneficio de unos 40 millones de euros y, repartidos en dosis, de hasta 120 millones de euros. - Efe/E. Press