BILBAO. Tras precisar que esa cuantía puede aumentar hasta una máximo de 1.200 según el número de personas que integre la unidad familiar, ha remarcado que la RGI es una "ayuda temporal, no crónica", hasta que el perceptor encuentre un trabajo que le permita vivir.

En una entrevista en Radio Euskadi, Artolazabal ha explicado su propuesta de reforma de la normativa de ayudas sociales presentada ayer en comisión parlamentaria y ha mantenido sobre la modificación concreta de conceder como máximo una RGI por domicilio que se ha tratado de eliminar "agravios comparativos".

"Hemos detectado convivencias artificiales, parejas ficticias, y no queremos penalizar las convivencias estables frente a las coyunturales. Nuestra prioridad es proteger a las familias, porque los individuos están ya bien protegidos", ha dicho.

Ha asegurado que la reforma presentada ayer coloca a Euskadi en el primer puesto de protección social en el Estado y de los primeros de la UE, y frente a las críticas de EH Bildu y Podemos, que han asegurado que se trata de una reforma "de derechas", ha dicho que la RGI es "una iniciativa social, ni de derechas ni de izquierdas; es un modelo bueno y un sistema eficiente y sostenible".