Bilbao - El bullying se duplicó el año pasado. Un total de 121 escolares sufrieron acoso en el colegio, o mejor habría que decir agresiones, porque la mayoría de las víctimas comparten una característica, “sufren varias manifestaciones de acoso” que en muchas ocasiones se ven intensificadas por las redes sociales. Así lo reveló ayer el jefe de Inspección Educativa, José Antonio Romero, que junto a la consejera de Educación, Cristina Uriarte, y a la viceconsejera, Maite Alonso, presentaron la evolución de este fenómeno durante el curso 2015-2016. La consejera Uriarte aclaró que el hecho de que se hayan duplicado tanto los casos reales de acoso como las denuncias investigadas no significa que cada vez se produzcan más actos violentos o de acoso, sino que la sociedad en general y la comunidad escolar en particular han reducido su nivel de tolerancia.
En opinión de los responsables del Departamento de Educación, con el bullying ha sucedido algo similar que con la violencia de género, ha crecido la sensibilización social de forma que se han intensificado los mecanismos de control que ya existían en los centros y entre las familias. A este respecto, Uriarte señaló que “la acción que antes no se consideraba acoso, ahora puede ser considerada como tal y lo que quizá hace unos años no se daba la necesaria importancia, ahora sí se le da. Y así tiene que ser”. Según la nueva radiografía del bullying en las aulas de Euskadi, la mayoría de los conflictos se producen en Secundaria de centros públicos y concertados por igual, aunque destacan los 47 casos registrados entre chavales de Primaria (6-11 años).
Los datos presentados ayer constatan que el matonismo en las esquinas de los pasillos ha cedido terreno frente al ciberbullying, un tipo de acoso más cruel, ya que la víctima puede estar al alcance de su agresor las 24 horas del día a través del móvil que, al tener el efecto multiplicador de las redes sociales, puede someter al menor a una doble victimización. En este sentido, Uriarte indicó que prácticamente uno de cada cuatro de los casos (23%) “han tenido que ver Internet, o las redes sociales” por lo que “el ciberbullying sigue siendo protagonista entre las acciones confirmadas como acoso escolar”. Al respecto, el jefe de la Inspección puntualizó que este fenómeno “va en aumento” aunque por lo general es solo “es una parte” de la victimización del menor ya que normalmente va acompañado de otros tipos de acoso.
Entre los casos identificados como bullying por el Departamento el curso pasado, el 43% se correspondían con insultos y agresiones verbales, el 25% con exclusión o marginación social, el 16% con agresiones físicas; el 11,6% con intimidación, chantaje o amenaza; y menos del 1% se corresponde a acoso o abuso sexual, o a acoso sexista. La consejera destacó que las cifras reflejan “un fuerte incremento en el número de casos analizados”, unos 500, llegando “casi a duplicar los del curso anterior”. “De ellos, en el 25% de las situaciones analizadas se confirmó que se trataba de acoso escolar”, es decir, que durante el pasado curso lectivo la Inspección de Educación contabilizó “121 casos de acoso escolar, una cifra que prácticamente duplica la recogida en el curso 2014-2015”.
A la hora de abordar una salida al problema, se recurre “cada vez menos” a que la víctima salga del colegio, indicó Romero, quien insistió en que “son pocos” los alumnos que optan por esta alternativa. La solución, dijo, “debe encontrarse en el propio centro escolar”, con el apoyo de los responsables de Convivencia de los Berritzegunes y la propia inspección. Asimismo, comentó que el cuerpo inspectores realiza un seguimiento de cada caso y acompaña a los centros cuando se detecta un posible acoso. Según explicó, “todos los casos” sean confirmados o no como bullying, “tienen su seguimiento y medidas durante el curso y también posteriormente”, con el objetivo principal de “dar tranquilidad” a las familias ya que, a veces, casos que “parecen no ser acoso luego se reactivan”.
Por otro lado, Uriarte ha recordado que su Departamento trabaja en un Plan contra el Acoso Escolar que se presentará este mismo año, para impulsar “procedimientos que ayuden a desarrollar acciones contra el acoso escolar”, desde un modelo “propio” que parte de la “experiencia” del Ejecutivo vasco en esta materia. La viceconsejera Maite Alonso adelantó que el documento planteará “una intervención muy importante” a través de la tutoría de los centros, en el aula, individual y con las familias.
La consejera también destacó la coordinación que desde hace tres años mantiene su Departamento y el de Seguridad para prevenir este fenómeno en las aulas. En el marco de esta colaboración, durante el curso 2015-2016, expertos de la Ertzain-tza desarrollaron un total de 595 actividades divulgativas en las que tomaron parte “un total de 26.675 estudiantes”, lo que supone “un incremento en casi 9.000 estudiantes con respecto al curso anterior”, indicó Uriarte.
La actividad que reunió a un mayor número de alumnos y alumnas fue la actividad que aborda peligros en Internet, con la participación de 13.700 estudiantes y, además, otros 5.300 fueron formados e informados sobre el bullying.
Además, desde hace cerca de siete años, el Gobierno vasco tiene activo el teléfono de atención a la infancia y a la adolescencia Zeuk Esan, el 116 111, en el que un grupo de profesionales de la psicología y ayuda a los menores si lo necesitan y no se atreven a contar su problema a su círculo más cercano.