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Nacho Eguizábal: “El aprendizaje por proyectos es una característica clave de la innovación”

La Fundación Diocesanas-Jesús Obrero, punta de lanza de la Formación Profesional en Gasteiz, acumula más de siete décadas formando a personas y profesionales

Nacho Eguizábal: “El aprendizaje por proyectos es una característica clave de la innovación”

Gasteiz - Egibide surgió en 2012 fruto de la unión de Diocesanas y Jesús Obrero, dos proyectos educativos con sede en Gasteiz nacidos en los años 40 del siglo pasado que marcaron el desarrollo social e industrial del territorio alavés. El centro está integrado en las redes Kristau Eskola, Educsi y Hetel y forma en la actualidad a más de 4.000 alumnos de ESO, Bachillerato y Formación Profesional (FP) en los cinco campus distribuidos por la capital alavesa -Arriaga, Jesús Obrero, Mendizorrotza, Molinuevo y Nieves Cano-, lo que le convierte en uno de los más grandes de todo el país. Su director general, Jesús Eguizábal, se muestra “ilusionado” y “reforzado” para seguir adelante con este proyecto tras saber que Egibide será una de las entidades premiadas por la Fundación Sabino Arana. El centro tiene en la innovación educativa una de sus principales señas de identidad, a través de la metodología por proyectos y por retos o la formación dual en estrecha colaboración con el tejido empresarial, y pretende al mismo tiempo “contribuir a crear personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas”. El obispo de Gasteiz y presidente de la Fundación, Juan Carlos Elizalde, será el encargado de recoger el galardón el domingo en el Teatro Arriaga.

Lo primero, muchas felicidades por este reconocimiento. ¿Cómo ha recibido la noticia?

-Recibimos la noticia justo antes de terminar el trimestre pasado, los días anteriores a Nochebuena. La Fundación se lo comunicó a nuestro presidente y la verdad es que la recibimos con mucha alegría por todo lo que supone de reconocimiento para la trayectoria de Jesús Obrero, de Diocesanas y, ahora últimamente, de Egibide. Supone un espaldarazo para seguir adelante con el esfuerzo siempre importante de actualizar nuestra propuesta educativa, de llevarla adelante y de llegar a la gente que más lo necesita. Nos sentimos ilusionados y reforzados para seguir adelante con nuestro proyecto.

Un proyecto, además, que cumplirá su 75º aniversario el próximo curso. Otro motivo para celebrar.

-Sí. En 1942 empezaron las Escuelas Diocesanas y en 1945 comenzó Jesús Obrero, con una diferencia muy escasa. Digamos que hemos juntado ambas fechas y el curso próximo, el 2017-18, celebraremos de distintas maneras el aniversario de este proyecto tan propio de Vitoria-Gasteiz.

Para quienes no lo conozcan, ¿qué es Egibide a grandes rasgos?

-Egibide es hoy en día un centro de Secundaria, Bachillerato y FP con una gran diversidad de ramas profesionales, una oferta muy amplia y muchos itinerarios. Es un proyecto educativo que en la actualidad sirve a 4.000 alumnos en formación reglada y a casi 3.000 todos los años en formación para el empleo, y con una vocación inicial de inserción laboral que todavía continúa 75 años después, a través de toda nuestra oferta de FP. Y que, además, se ha ido desarrollando hacia una formación en la que nunca se ha dejado de lado el tema de los valores. Nuestra educación pretende contribuir a crear personas conscientes, competentes, compasivas y comprometidas que ven en la sociedad una oportunidad para hacerla más justa. Este es nuestro gran leit motiv.

¿Y qué ha aportado este proyecto tanto a Araba como a Euskadi en todos estos años?

-Al final Egibide es el resultado del esfuerzo de muchas personas y muchas instituciones. Empezando por las instituciones fundadoras, la diócesis de Gasteiz, la Compañía de Jesús, la Obra Social de Caja Vital y la Diputación de Álava, y resaltando también el apoyo muy importante del Ayuntamiento y del Gobierno vasco a partir de la época de los conciertos, en los años 80. Es un esfuerzo colectivo que lo que ha aportado fundamentalmente es consolidar el humanismo de esta sociedad y también un impulso al desarrollo humano y económico del territorio, con profesionales de calidad humana y competencia profesional para la industria, las administraciones públicas o incluso otros centros educativos. Son muchos miles de graduados los que han salido de aquí. Suele decirse que no se entiende el desarrollo de Álava sin la FP. Y obviamente Egibide no es el único centro que existe en Álava, pero Jesús Obrero y Diocesanas han sido dos de sus principales actores.

Hablando de esos actores, de las ‘patas’ que conforman el proyecto de Egibide, el proceso de integración iniciado en 2012 ha sido exitoso. ¿Falta mucho para su consolidación?

-El proceso de integración respondió a un momento histórico y se dio en el marco de lo que supone la educación concertada en nuestro país, que necesita de mucha innovación y consolidación. Dos proyectos que convivían en la ciudad y que compartían muchos de esos objetivos tuvieron la visión de juntarse para conformar un proyecto con más capacidad. Aunque el tamaño a veces hace que la maquinaria sea más difícil de transformar, al mismo tiempo aporta una solidez muy importante para el futuro y capacidad de interlocución con empresas de todo tamaño, desde las más pequeñas hasta las grandes, y con las instituciones. Los teóricos de las organizaciones dicen que los procesos de fusión, si quieren resultar en una filosofía común y en una cultura común de organización, se miden en décadas. Por tanto, estaríamos hablando de como mínimo una década, y este es nuestro quinto año. Estamos en camino. Ya estamos muchas personas aquí que han aterrizado en la organización llamándose ya Egibide, así que tenemos una mezcla muy interesante que permite a los más antiguos y a los más nuevos beber de la tradición y, a la vez, valorar las oportunidades que le ofrece a Vitoria este proceso. Estamos contentos, pero en camino, insisto. Además, una organización como la nuestra, que al final la conforman los proyectos de las personas que aquí están, probablemente nunca se va a deshacer de su historia. Lo que significan los centros Jesús Obrero y Diocesanas va a acompañarnos siempre.

La implantación de la pedagogía por proyectos es una de las referencias principales de Egibide, sin olvidar la formación dual en la FP.

-Sí, estamos acuñando el lema Zure Proiektuen Eskola porque la palabra proyectos engloba muchos conceptos, y uno de ellos es la innovación que estamos intentando implantar. En Egibide, su elemento más llamativo es el aprendizaje por proyectos, que implica no solamente la adquisición de unos conocimientos sino también su puesta en práctica en torno a actividades que nos proponen un reto. Esta es una de las características clave de la innovación educativa que viene por delante, porque supone un aprendizaje más significativo y más activo por parte del alumnado. Esta transformación está ya en marcha en Secundaria y estamos contentos tanto con los resultados que vamos obteniendo como con el nivel de satisfacción de las familias y el alumnado. Supone también una oportunidad para que los chavales estén más motivados con lo que hacen en la escuela, cosa que es muy importante para conseguir un buen aprendizaje. Pero este cambio metodológico no sólo se centra en la Secundaria, sino también en la FP, donde desde un poquito antes se está trabajando en clave de retos. Lo estamos haciendo en varios de nuestros títulos, como pueden ser Mantenimiento Eléctrico, Informática y Redes o Robótica. En ellos se trabaja mucho no tanto el estudio de los distintos módulos, sino la resolución de retos particulares.

Con estas perspectivas, ¿qué le pide a este 2017? ¿Tiene algún reto pendiente?

-A 2017 lo que le pido es la consolidación de nuestra apuesta por la innovación educativa. Doce meses dan para mucho y durante este curso tendremos ya tanto a Primero como a Segundo de Secundaria trabajando por proyectos, a una docena de ciclos trabajando por retos, y estaremos ya casi en un 20% de alumnos en formación dual en el ámbito de la FP. Lo que pido es que podamos consolidar todo esto y sobre todo salud para todos los educadores y las familias que están aquí. Esto es lo más importante. A partir de ahí, podremos seguir trabajando en la misma línea que hemos llevado hasta ahora.