Una pareja viajera sin antecedentes violentos

ntre el asombro y la perplejidad, pasando por la incredulidad. Los allegados de Blanca Esther Marqués Andrés y de Francisco Javier Nieto Jiménez no daban crédito ayer a las trágicas noticias que trascendieron sobre el supuesto crimen de violencia machista perpetrado el pasado sábado en un domicilio de Burlada. No en vano, no constaban episodios violentos en una relación que se había iniciado hace un año y medio, y que parecía desarrollarse con absoluta “normalidad y corrección”, al menos en apariencia, según coincidieron los amigos y conocidos de la pareja.

Tanto Blanca como Javier estaban afincados en Burlada, aunque los orígenes de ella hay que buscarlos en Soria y los de él, en el barrio pamplonés de Etxabakoitz. En Burlada también residían las familias de ambos, donde eran perfectamente conocidos.

A Blanca le sobrevive su madre, quien fue profesora y directora del colegio Hilarión Eslava, así como dos hermanos, Carmelo y Arturo, y una hermana, Rosa. La tienda de chucherías que regentaba la familia en la plaza Floirac contribuyó a su popularidad en el municipio.

Blanca trabajaba actualmente como administrativa en el Departamento de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra, en concreto en el Servicio de Garantía de Ingresos y Cooperación al Desarrollo. Sus compañeras de trabajo se alarmaron ayer al ver que no había acudido a su puesto de trabajo y no haber avisado de ello.

El supuesto homicida, por su parte, estaba desempleado, aunque había trabajado como camionero, fontanero... Además con su exesposa, con la que tiene una hija de 14 años, había regentado un bar en la misma calle de las Maestras de Burlada que actualmente tiene arrendado a otras personas.

una mujer vitalista Vitalista, inquieta, alegre, independiente, viajera... Fueron algunos de los adjetivos que personas allegadas dedicaron ayer a la fallecida, que también fue delegada sindical de CCOO. Precisamente este sindicato emitió ayer un comunicado para denunciar públicamente el crimen de género y mostrar su solidaridad con los familiares y amigos de la víctima, al tiempo que expresaron “un contundente rechazo a la insoportable violencia contra las mujeres; una sangrante consecuencia de la discriminación y de la ausencia de prevención, protección y derechos necesarios para combatir lo que constituye una flagrante violación de los derechos humanos”.

Una de las grandes pasiones que unió a la pareja fue precisamente su afición a viajar. Blanca, que conoció países en la mayoría de los continentes (India, Egipto, Jordania, Kenia, Brasil, Tailandia...) también había hecho del turismo una ocupación profesional en el pasado, al estudiar la especialidad en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). En su perfil de Facebook incluso apuntó que trabajó como animadora en Disneyland París. También estudió ADE (Administración y Dirección de Empresas).

Lo que más desconsoló ayer a la mayoría de personas que conocía a la pareja era que “se les veía bien”, sin que hubiera señales externas que hiciesen presagiar un enlace tan fatal. “La última vez que les vi fue el jueves comiendo un pincho en un bar de Burlada. Estaban contentos, era una pareja correcta, normal”, señaló ayer un conocido. “Por eso me parece incomprensible lo que ha pasado”, lamentó.