Etxebarri - La suerte en el sorteo de la Lotería del Niño que tuvo lugar ayer por la mañana le fue esquiva a la mayoría de los vascos. La diosa fortuna no se dignó a aparecer por Euskadi, salvo en Etxebarri, y gracias a la más absoluta casualidad. Dieciséis amigas de una misma cuadrilla del barrio de San Antonio descubrieron ayer que contaban con 14 participaciones del primer premio, del número 08354. Un total de 336.000 euros a repartir.
Desde ayer, estas 16 afortunadas creerán en el destino, pero sobre todo en las casualidades, ya que esas participaciones llegaron desde tierras valencianas por una carambola de esas que pasan pocas veces en la vida. Y es que la historia tiene miga. Una de ellas se casaba, “después de 25 años de novios decidimos dar el paso”, explica Nuria Marcos, una de las afortunadas. Entonces las 15 amigas decidieron montar una despedida a lo grande en Logroño, donde conocieron a unos chicos valencianos que también se encontraban en la misma tarea.
La noche de jolgorio hizo que se entablara una amistad exprés, hasta tal punto que uno de ellos, Julio, le dio el teléfono a la cuñada de la novia -ahora esposa- y han continuado manteniendo comunicación. El valenciano les propuso un intercambio de cromos en el sorteo de la Lotería de Navidad aunque en aquella ocasión no hubo suerte. “Nosotras le mandamos lotería de aquí y viceversa”, explica Marcos.
Pero Julio no se rindió y propuso un nuevo intercambio, esta vez para el sorteo del Niño. “Nos mandó 14 participaciones y nosotras también cogimos para que jugase él”. Cada participación, de la Cofradía de la Hermandad del Santo Sepulcro tiene un valor de 2,40 euros. También fue el valenciano el que les avisó de que había tocado, “si no igual ni nos damos cuenta”; bromea Marcos.
Vuelta a Valencia Mónica Narganes -la afortunada que intercambió el número de teléfono con el valenciano- se despertó ayer con tres llamadas perdidas de Julio y su marido le instó a comprobar el número de las participaciones. En cuanto descubrió que les había tocado y tras el subidón inicial avisó a todas las amigas. “Yo no me lo podía creer, es como de película”, comenta Marcos. Como no podía ser de otra manera, las dieciséis tocadas por la diosa Fortuna lo celebrarán “en una casa rural en Valencia”. Cobrarán el premio allí y después, “nos comeremos una buena paella y a disfrutar”. Las casualidades existen, sino pregunten en Etxebarri.