Arrastran un viejo ‘cuatro latas’ hasta el alto de Lizarpe
El equipo mixto de giza proba solventa con éxito su reto de arrastrar un viejo ‘cuatro latas’ hasta el alto de lizarpe
Las personas aficionadas al deporte rural vasco están acostumbradas a presenciar retos y desafíos de la más diversa índole. Pero a buen seguro serán pocas las que han tenido la posibilidad de contemplar una prueba tan espectacular como la que se pudo ver ayer en Mendaro. O mejor dicho, a lo largo de los 4,3 kilómetros que enlazan el entramado urbano de la villa con el alto de Lizarpe. Ése fue el recorrido elegido por los integrantes del equipo mixto de giza proba Tope Natxiok para arrastrar un viejo Renault 4 L.
Tras una hora, 51 minutos y un segundo de titánico esfuerzo, el equipo formado por ocho hombres y dos mujeres logró solventar con éxito el peculiar e inédito reto, que fue seguido con atención por cientos de ciudadanos; muchos de ellos desplazados hasta la pequeña localidad de Debabarrena desde diferentes puntos del territorio.
A pesar de contar con una contrastada experiencia en el arrastre de piedra, el desafío que se había propuesto llevar a cabo el bravo conjunto mendaroarra no se antojaba nada sencillo. No en vano, para superar la prueba el grupo de tiradores tuvo que completar un exigente recorrido en continua línea ascendente y con una pendiente media del 10%. Todo ello, con la particularidad de que en los últimos 300 metros de la ascensión tuvo que hacer frente a rampas con un desnivel del 20%.
De hecho, fue ese último y exigente tramo el único punto del recorrido en el que a los propios tiradores les entraron “algunas dudas”. Así lo reconoció un exultante (y agotado) Jurdan Ezenarro al finalizar de manera exitosa la gesta: “Hemos salido muy mentalizados y hemos realizado casi todo el recorrido según lo previsto, pero al afrontar las rampas más duras de la parte final hemos pasado un mal rato porque es una zona sombría y estaba resbaladiza”.
Aún así, las personas que ayer integraron el equipo mixto de Tope Natxiok tuvieron la fuerza y la serenidad que se requería para superar ese pequeño bache y a partir de ahí no pasaron mayores problemas para llevar hasta la meta el viejo utilitario, de 770 kilogramos. Eso sí, a ese peso hay que sumarle el de la conductora que fue a bordo manejando la dirección pero sin tocar el freno en ningún momento.
Alcanzado el objetivo, Ion Salegi Sarobe, la persona que durante los últimos meses se había encargado de preparar a los integrantes del equipo de giza proba para este reto, se mostraba “muy contento” con el “enorme trabajo” realizado por sus pupilos. Semanas atrás ya adelantó que la tarea que tenían por delante era “muy jodida”, pero también se mostró convencido de que el grupo conseguiría su objetivo. Y así fue.
“La cuadrilla ha empezado tirando demasiado fuerte y he tenido que ir frenándoles, sobre todo en la parte inicial, porque si no dosificaban bien corríamos el riesgo de quedarnos atascados en el tramo más duro. Afortunadamente, el equipo ha estado de 10 y todo ha salido a la perfección”, sentenció tras completar el desafío.
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