Bilbao - “Este curso no se harán las reválidas en Euskadi y estamos trabajando con la Universidad del País Vasco para diseñar la prueba de acceso a la universidad”. El Departamento de Educación del Gobierno vasco respondía ayer así ante el borrador de la orden ministerial que fija el contenido de las reválidas que la Lomce establece al final de ESO y Bachillerato, cuya superación será obligatoria para acceder al título a partir del curso 2017-2018.

La revelación del documento de trabajo que maneja el Ministerio (fechado el 23 de setiembre) se produjo en vísperas de la convocatoria de la huelga general organizada hoy a nivel estatal contra las reválidas. La escuela vasca se ha desmarcado de esta convocatoria. No obstante distintos agentes de la red pública, como las familias de EHIGE, Ikasle Aber-tzaleak y los sindicatos docentes -excepto LAB- han convocado paros a primera hora y manifestaciones por la tarde en las capitales de Hegoalde.

El plante del Gobierno vasco a las reválidas proporciona al alumnado de 4º de ESO y 2º de Bachillerato un balón de oxígeno de un año ya que este curso no tendrá que enfrentarse a esta prueba externa diseñada por el Ministerio que incluye numerosas novedades, como que durante cinco días se examinará de contenidos de todo Bachillerato en vez de las materias de segundo, como en la selectividad.

Al margen del último requiebro frente a la Lomce del gabinete que dirige Cristina Uriarte, a estas alturas de culebrón el Gobierno vasco no oculta su esperanza en que el nuevo juego de mayorías en el Congreso de los Diputados acabe paralizando las reválidas antes del curso que viene, que es cuando realmente contarán para obtener el título.

En cualquier caso, a lo largo del día de ayer los grupos de Whatsapp de estudiantes y docentes echaban chispas con los detalles del borrador de la orden de las reválidas que el Consejo de Ministros debe aprobar antes del 30 de noviembre.

El documento propone para 4º de ESO siete exámenes, de cuatro materias troncales, dos opcionales y una específica a elección del alumno que no sean Educación Física, Religión o Valores. Cada examen -con preguntas abiertas, semiabiertas y de tipo test- durará 60 minutos con un descanso entre examen y examen de 15 minutos. Las preguntas no se ceñirán a contenidos dados en 4º sino de 4º y de 3º de Secundaria. La evaluación final contará un 30% de la nota final del ciclo. Y habrá que sacar un cinco para poder obtener el graduado. En caso de que finalmente el curso que viene la reválida tenga efectos académicos, quien la suspenda no obtendrá el título ni podría pasar a Bachillerato a pesar de tener todas las asignaturas de 4º de ESO aprobadas. El borrador de la orden no corrige esta laguna del real-decreto tan criticada, por lo que el alumnado de 15-16 años sigue condenado a abandonar los estudios o a estudiar obligatoriamente a la FP Básica si no aprueba la reválida.

La estructura de la reválida en Bachillerato es similar. Para obtener el título -a partir de 2018- se realizará una evaluación final de cinco días frente a los tres de la selectividad, en los que se realizarán ocho exámenes de materias de todo el ciclo y no solo de 2º de Bachillerato. Para aprobar y obtener el título solo se necesitaría una nota de 4. La calificación de la reválida contará un 40% de la nota final en el expediente académico. El borrador también incluye el calendario de aplicación de las evaluaciones finales en el resto del Estado. La reválida en ESO se realizará en convocatoria única antes del 24 de junio y los resultados serán publicados antes del 15 de julio. En Bachillerato se adelanta un poco. Será antes del 10 de junio y los resultados se difundirán antes del 24 de julio. En este caso habrá una repesca. La prueba extraordinaria se hará antes del 8 del julio o antes del 9 de setiembre. La jornada de huelga educativa desde Infantil hasta la Universidad convocada a nivel estatal por el Sindicato de Estudiantes y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), coincide con el arranque del debate de investidura de Mariano Rajoy. Las protestas las apoyan PSOE, Podemos e IU, mientras que Ciudadanos, que se opone a las reválidas, no está a favor de la huelga.