Donostia - Itsaso se convertirá en el municipio 89 de Gipuzkoa y lo hará, previsiblemente, antes de que finalice el año. Como era de esperar, la consulta popular sobre la desanexión de Itsaso con respecto a Ezkio se resolvió ayer con un respaldo mayoritario a la separación de ambos municipios. Un total de 119 personas participaron en el referéndum en el que estaban llamados a tomar parte un total de 140 itsasoarras. 88 vecinos votaron a favor de la desanexión, mientras que 26 lo hicieron en contra. Además se contabilizó un voto nulo y cuatro en blanco.

“Estamos muy contentos”, afirmaba nada más conocerse el recuento Gorka Sasieta, uno de los portavoces de la plataforma popular que ha impulsado la desanexión. No es para menos. Después de un proceso de más de tres años en el que vecinos, Ayuntamiento y Diputación de Gipuzkoa han ido de la mano, un recurso del Delegado de Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo, que finalmente no prosperó, puso en duda la celebración de la consulta en vísperas de que esta se produjera, por lo que, al cierre de las urnas, Itsaso se convirtió en una fiesta. “Hemos echado cohetes, hemos hecho sonar las campanas de la Iglesia y ahora hemos montado una buena en el Ostatu”, explicó Sasieta.

Una jornada de celebración precedida por mucho trabajo previo y que continuará en los próximos días. Y es que el de ayer no fue más que el primer paso para convertir a Itsaso en municipio. “Nos vamos a tomar unos días de descanso, pero tenemos que ir pensando qué cinco nombres formarán la junta gestora del municipio”, señaló.

La Diputación de Gipuzkoa, impulsora de la consulta, se ha comprometido desde el comienzo a respetar el resultado del referéndum, por lo que ahora le corresponde la redacción del decreto foral para la constitución del municipio. “Por lo que nos ha dicho hoy mismo Imanol Lasa -diputado de Participación Ciudadana y que ayer se acercó a Itsaso para conocer el transcurrir de la jornada- todos los informes están preparados, así que esperamos que para otoño o al menos antes de que finalice el año esté todo aprobado”, indicó Sasieta.

El proceso de desanexión, según han admitido en reiteradas ocasiones desde el Ayuntamiento y la Diputación, ha sido “ejemplar”. Se han pactado las condiciones y los pasos a dar, así como el convenio para compartir servicios en el futuro. El reparto de los terrenos tampoco supondrá ningún problema, ya que las mugas están perfectamente delimitadas con los mugarris que separaban ambos municipios hace ya 52 años.

El camino comenzó en 2013 con un proceso participativo. Un año más tarde se realizaron estudios sobre la viabilidad jurídica y económica de la desanexión, a petición de los vecinos. Se inició así una recogida de firmas que dio inicio al expediente de la segregación. Un año después, el Pleno municipal aprobó el expediente de desanexión. El mismo, fue remitido a la Diputación el pasado 4 de abril y, tras varias conversaciones, se decidió que fuera la institución foral la que convocara la consulta popular.