Iruñea - 17 años litigando, incluso en Estrasburgo.
-Ha merecido la pena luchar. Lo negativo es que no teníamos que haber luchado tanto y ni tener que esperar tantos años para obtener una sentencia favorable. Hemos luchado contra gigantes, contra la maquinaria del Estado y contra la maquinaria de la Administración.
¿Cómo se explica que en este caso ha habido familias que no han sido indemnizadas y otras que han sido indemnizadas ‘a medias’?
-El caso Biescas es un dislate jurídico, una vergüenza para la Justicia española. Debido a las mentiras, obstrucciones, a los fiscales que seguían órdenes y miraban para otra parte o que actuaban como abogados del Estado, se ha producido el resultado de que unas víctimas han sido indemnizadas en su totalidad, otras parcialmente y otras no han recibido ni un euro.
Esteban Astarriaga, al que usted ha representado, es uno de ellos.
-Esteban Astarriaga ha cobrado cero euros. Es una víctima de la riada porque perdió a su mujer e hija, pero también ha sido víctima de una injusticia judicial. Es un dislate porque ante las mismas circunstancias y las mismas muertes, el resultado es distinto.
¿Cómo debería haberse resuelto?
-Con un juicio de faltas. Se debería haber condenado a los técnicos de Aragón y de la CHE por la comisión de una negligencia. De esa forma todas las víctimas habrían cobrado.
Citaba obstrucciones, mentiras...
-Nos costó 4 años que la Universidad de Zaragoza emitiera informes periciales. Yo misma fui amenazada por la jueza de instrucción María Puy Aramendía, que abrió diligencias contra mí por unas declaraciones que hice. También recibí un aviso muy serio de una persona que trabajaba en la Diputación de Aragón que me dijo que me iban a apartar del caso... Los abogados las pasamos muy perras. - J. M. S.