El nuevo reglamento del juego es más claro y proteccionista

Bilbao - El Gobierno vasco aprobó ayer un nuevo reglamento de juego en Euskadi que unifica las distintas normativas existentes hasta ahora sobre máquinas recreativas, casinos, salones de juego, bingos y apuestas. La nueva normativa, que llega en un momento de auge del juego on line, también pretende prevenir conductas adictivas y proteger a los jóvenes frente a una oferta creciente.

Entre las novedades del reglamento se incluyen la protección de los jugadores y la prevención del juego no responsable, especialmente en el caso de los menores, que incluye un catálogo de derechos de las personas jugadoras y da pautas claras para prohibir el acceso al juego o a los locales donde se juega.

La consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, presentó ayer al Consejo del Gobierno vasco el nuevo texto, que quiere dar coherencia y actualizar las regulaciones existentes, así como garantizar un mejor conocimiento del ordenamiento sectorial, proporcionando mayor claridad y seguridad jurídica en su interpretación y aplicación. El Ejecutivo recordó que Euskadi tiene competencia exclusiva sobre los juegos de azar que se desarrollen en la comunidad, sin perjuicio de las loterías y apuestas estatales. La regulación legal del juego vigente en el País Vasco se recoge en la Ley 4/1991, de 8 de noviembre, modificada en 2012 para adaptarse a la normativa europea sobre prestación de servicios.

“Uno de los propósitos de la nueva norma es refundir, sistematizar y homogeneizar el tratamiento a los distintos sectores del juego, manteniendo la singularidad de cada sector en lo que sea preciso”, argumentó la consejera.

La nueva norma tiene en cuenta “el impacto conjunto de la oferta del juego en la población”, que en los últimos tiempos se ha visto aumentado “por el incremento exponencial de la oferta con juegos on line estatales o transnacionales”. Las finalidades principales de la regulación vasca consisten en proteger la salud pública y prevenir la adicción al juego, la protección de los menores de edad y otros grupos vulnerables, la prevención del fraude y la protección de las personas participantes en los juegos y de la ciudadanía.

Con el fin de aumentar la protección de la población en general y de los jugadores en particular, la norma vincula el desarrollo de los juegos a “una regulación que dé garantía al jugador y evite o mitigue aquellos aspectos potencialmente más adictivos”. Para lograrlo se evita una expansión incontrolada del juego: limitando las autorizaciones de explotación o apertura de locales; evitando la congestión geográfica de la oferta; estableciendo límites a los permisos de explotación de máquinas de juego, así como en premios y partidas, velocidad de la jugada, etc.

Por lo que respecta a las empresas operadoras de juego, el reglamento les permite que puedan adaptar su oferta a la evolución del mercado y a las innovaciones técnicas, lo que se traduce en una regulación más actual de los tipos de máquinas y sistemas de juego y la regulación del juego por medios telemáticos con garantía para la integridad y transparencia. Además, simplifica trámites y procedimientos administrativos preexistentes, facilitando su tramitación electrónica.

Según el II Libro Blanco del Juego, publicado el año pasado, entre 2008 y 2013, el dinero que mueve el sector del juego en Euskadi se desplomó un 41%, pasando de los 1.485 millones de euros hasta los 881 del último ejercicio contabilizado. En el conjunto del Estado, las actividades de juego movieron 33.396 millones de euros en 2015.