Nobel han acusado a Greenpeacede “crímenes contra lahumanidad” por su oposición frontala determinados organismosmejorados genéticamente, lo quepopularmente se conoce comotransgénicos, e instan a la organizacióna que abandone su postura.En el origen de la misiva suscritapor 109 premios Nobel de Medicina,Física o Química de las últimasdécadas, está la campaña de la ONGcontra la comercialización delarroz dorado, una variedad quepodría salvar muchas vidas en lospaíses en desarrollo.

Los expertos hacen un llamamientopara que Greenpeace “cese y desistaen su campaña contra el arroz doradoespecíficamente, y los cultivos y alimentosmejorados a través de la biotecnologíaen general”, y piden a losgobiernos del mundo que “rechacenla campaña” de la organización y “aceleren”el acceso de los agricultores atodas las herramientas de la biologíamoderna. “¿Cuánta gente en el mundodebe de morir antes de consideraresto como un crimen contra la humanidad?”,se preguntan los firmantes.

En la carta recuerdan que este cultivotiene el potencial de reducir o eliminargran parte de las muertes y lasenfermedades causadas por una deficienciade vitamina A, que sufren 250millones de personas en el mundo,sobre todo en África y el sudeste asiático.La deficiencia de vitamina A causala ceguera y muerte de dos millonesde niños cada año en las regionesmás pobres del mundo, zonas en lasque sus habitantes no tienen accesoa una dieta variada y equilibrada queles otorgue los nutrientes necesarios.El arroz dorado es una variedad modificadagenéticamente para contenermayor cantidad de betacaroteno, uncarotenoide que en el cuerpo humanose transforma en vitamina A.

“SEGURO” Estos nobeles critican quela ONG “niegue y tergiverse” los informespresentados por organismoscientíficos y reguladores de todo elmundo que, afirman, “han determinadoque este tipo de cultivo y alimentoes tan seguro como cualquier otro”.

Greenpeace ha contestado a travésde la activista en el sudeste asiáticoWilhelmina Pelegrina, quien niega lasacusaciones de “bloqueo” al cultivodel arroz dorado. A su juicio, este producto“ha fallado como una solución”a la situación del planeta y por ello “noestá disponible para la venta, inclusodespués de más de veinte años deinvestigación”. Según apunta, “el InstitutoInternacional de Investigacióndel Arroz ha dicho que no ha sido probadoque pueda hacer frente a la deficienciade vitamina A. Así que, paraser claros, estamos hablando de algoque ni siquiera existe”. Denuncia quese destina dinero a un experimentocostoso en lugar de “invertir en hacerfrente a la desnutrición con una dietamás diversa y el acceso equitativoa los alimentos”.