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En España se ordenaron 152 curas el año pasado

Actualmente hay 1.203 seminaristas adolescentes, y 1.297 que ya estudian Filosofía y Teología

Madrid - Un total de 152 sacerdotes católicos fueron ordenados en España el año pasado, un número superior a los 117 del 2014, aunque este año ha descendido el número de seminaristas mayores, 1.297, que ya cursan estudios de Filosofía y Teología, frente a los 1.357 que había el año pasado. Las cifras las explicó el arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, con motivo de la celebración hoy del Día del Seminario que la Iglesia organiza para captar vocaciones sacerdotales bajo el lema Enviados a reconciliar.

En el arzobispado de Urgell, son sólo seis los jóvenes que se están preparando para acceder al ministerio ordenado. “La Iglesia nos transmite el amor de Dios y su perdón, y lo hace especialmente por medio de sus sacerdotes. Ellos son los brazos que sostienen, el corazón que late, el abrazo que reconcilia y abre al encuentro con Dios”, argumentó el arzobispo Vives para animar a hacerse seminarista.

Actualmente en España hay 1.203 seminaristas menores, de edades adolescentes, y 1.297 seminaristas mayores que ya cursan los estudios de Filosofía y Teología. El curso pasado eran 1.142 y 1.357 respectivamente. “Pero las ordenaciones sacerdotales, que son el fruto maduro del Seminario, han crecido de los 117 nuevos sacerdotes del 2014, a los 152 ordenados en 2015. Un incremento muy considerable que ayuda a entender la bajada de los seminaristas mayores en este curso”, explicaba el arzobispo y copríncipe de Andorra.

Reconcialiación La exhortación del arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, con motivo del Día del Seminario de 2016, afirma que “en el contexto del Año de la Misericordia, difícilmente se podía haber escogido un motivo más estimulante de cara a la llamada al sacerdocio. El papa Francisco, en su pontificado rico en sugerencias pastorales, nos viene recordando la necesidad apremiante que tiene nuestro mundo -por otra parte tecnificado y rico- de reconciliación, de acogida y de perdón”. “Esto debe ser y sentirse el sacerdote: un enviado para reconciliar”, sentenció Omella. “Y acompañemos a nuestros seminaristas para que sigan con generosidad en la senda emprendida”, concluyó. - Efe