Bilbao - Nada sabían de ella desde el sábado. Almudena Matarranz no volvió a casa, ni se comunicó con su madre, y esto alertó a sus allegados que comenzaron a sospechar que algo malo había pasado. Tenían razón. Esta bilbaina murió asesinada, presuntamente por su pareja Jorge V., en el domicilio de éste en la calle Mezo, de Astrabudua, en Erandio. Al parecer, y según ha podido saber DEIA, la mujer podría haber sido asfixiada con una bolsa de plástico. Almudena pasaba así a convertirse en la víctima número 32 de la violencia machista en el Estado -el Ministerio no contabiliza aún el caso de Leire, atropellada el pasado mes de agosto por su expareja- y la tercera en Euskadi en 2015.

Jorge V. fue desde el primer momento el principal sospechoso. Sobre todo, desde que desapareció sin dejar ninguna pista de su paradero. La Ertzaintza estuvo buscándolo, así como intentando localizar el coche de su propiedad. Al parecer, se registró incluso una segunda vivienda que el sospechoso tiene en Laredo, pero los resultados fueron infructuosos. Ni rastro de Jorge V. Finalmente, la búsqueda concluyó alrededor de las 19.30 horas cuando la Ertzaintza logró localizarlo en su coche a pocos kilómetros de su vivienda, junto a un restaurante situado en el parque de Arkalanda, en Erandio.

Jorge y Almudena llevaban varios años de relación y los vecinos los catalogaban como “una pareja normal que no discutía nunca”. Sin embargo, la relación no atravesaba su mejor momento. De hecho, según una declaración ofrecida por un testigo a la Ertzaintza y que ha recogido este diario, Almudena y Jorge llevaban varias semanas con fuertes discusiones. Tanto es así que, según el mismo testigo, la mujer ya no se encontraba bien con su novio, que sufre de esquizofrenia, y “había confesado sentir miedo por su vida”.

Así, los primeros pasos de la investigación comenzaron en la propia vivienda de Jorge y su madre, Marisol. Para ello, la Ertzaintza trasladó al domicilio de Erandio a la madre del sospechoso para colaborar en el esclarecimiento de los hechos. En el momento del crimen, Marisol se encontraba fuera de casa y fue la Ertzaintza quien le informó de lo ocurrido por lo que la mujer pasó la noche fuera del domicilio mientras que los agentes de la Unidad de la Policía Científica recababan datos y pistas para la investigación. Finalizadas ya estas labores, varios agentes trasladaron a la madre del sospechoso a su propia vivienda para que ayudase en la investigación. Marisol acudió a este registro con la cabeza cubierta con un abrigo, aunque no se encuentra detenida ni imputada, según fuentes policiales.

Solidaridad Tras lo ocurrido, desde Emakunde mostraron su “más rotunda condena por la muerte por violencia de género” de Almudena y se sumó a la concentración institucional de repulsa convocada para hoy a las 13.00 horas por el Ayuntamiento de Bilbao, así como a las demás muestras de repulsa que se organicen. “La violencia ejercida contra las mujeres es el símbolo más brutal de la desigualdad entre mujeres y hombres en nuestra sociedad y hay que trabajar por la igualdad, que es el camino más eficaz para prevenir este tipo de violencia que se ejerce contra las mujeres por el hecho de serlo”, reiteraron. Por todo ello, “animamos a toda la ciudadanía a que muestre su rechazo ante este tipo de violencia que se convierte en una herramienta de intimidación dirigida hacia las mujeres para que no desafíen ni transformen las normas de género vigentes y recuerda la responsabilidad de toda la sociedad en la lucha contra la violencia hacia las mujeres”.

Teresa Laespada, diputada foral vizcaina de Empleo, Inclusión e Igualdad, también expresó su rechazo al crimen machista y transmitió su solidaridad hacia los familiares de la víctima. Esta nueva violencia de género también fue condenada por el resto de grupos representados en las Juntas Generales de Bizkaia.