donostia - Carmen Agoués, profesora de Derecho Administrativo en el campus guipuzcoano de la UPV/EHU, asumió la dirección de los Cursos de Verano el pasado 3 de febrero. Esta edición, la número XXXIV que se desarrollarán del 3 de junio al 4 se septiembre, es la más ambiciosa y Agoués la afronta con una meta: mantener la variedad y la calidad conseguidas por su antecesor.

¿Cómo le propusieron tomar el relevo de José Luis de la Cuesta?

-La UPV decidió que había que renovar la dirección de los Cursos de Verano y que debía dirigirlos un cargo académico. José Luis de la Cuesta también ostentaba un cargo académico, con lo cual tuvo que elegir. Yo trabajo en la Facultad de Derecho de Donostia, y aunque no he asumido cargos de gestión importantes, sí que he estado siempre como coordinadora de grado o en la dirección del máster de abogacía. He tenido relación con una gestión más pequeña. Además, conozco bien la universidad, porque llevo 25 años en ella, y supongo que también por eso me llamaron.

¿Cómo ha sido el arranque, desde que el 3 de febrero la nombraran nueva directora?

-Hemos trabajado muy duro, sobre todo para ir conociendo los entresijos de este mundo. Desde fuera parece sencillo, pero organizar 124 actividades y cerrar un programa con cada director, presupuestarlos, la difusión, no es fácil. Al final requiere muchísimo esfuerzo para el que estamos totalmente dedicados. A partir de septiembre habrá un momento en el que se relaje, pero ahora mismo no hay esa posibilidad. Además, el día a día tiene que ser terrible, porque hay días que tenemos hasta siete actividades.

¿No teme que llegue esa etapa?

-Tenemos gente que tiene mucha experiencia y yo confío en ellos. Este verano va a ser de aprendizaje y habrá momentos en los que estemos saturadísimos, pero aprenderemos. Además, De la Cuesta está siendo un referente fundamental. Nos acompaña todos los lunes en las reuniones del equipo actual, y nos asesora.

Es usted la primera mujer que toma el mando de los cursos de verano...

-Así es. Creo que las mujeres tenemos nuestro propio perfil y podemos aportar un valor añadido. Tenemos una sensibilidad distinta y una forma de relacionarnos diferente. Mi experiencia está siendo muy buena, y no sé si es por ser mujer, por ser madre, o profesora, pero he tenido que bregar con muchos ámbitos distintos. Desde mi posición de mujer, puedo ver las cosas desde una perspectiva distinta. Creo que mi condición puede aportar un valor añadido a los cursos, o por lo menos una sensibilidad especial.

Va a asumir el cargo en el momento más alto de los cursos. ¿Cuáles son los objetivos de este año?

-Estuve mirando la evolución de los cursos y en la primera edición, hace 34 años, acudieron 600 alumnos. El año pasado fueron 8.000 alumnos. Ahora lo que queremos es consolidar lo que hemos conseguido y mantener esa calidad. Sí vemos la memoria del año pasado, vemos que sale una nota altísima por parte de los participantes. No es tanto el número de personas que viene, sino la heterogeneidad de los cursos y de la temática. Queremos que la gente no solo venga aquí a escuchar, sino muchas veces también a participar, y a intercambiar experiencias.