Barcelona - El barrio barcelonés de Navas-Sagrera despertó ayer estremecido, conmocionado por la acción inexplicable de un alumno de 13 años, que “siempre estaba solo”, según sus compañeros, pero en su expediente no constaba ninguna mala conducta. M. P., de 13 años de edad, según sus compañeros de instituto “ya dijo que quería matar a todos los profesores y luego suicidarse”. “Tenía una lista negra”, abundó otro, aunque la Policía catalana descartó que hubiera una lista. “Siempre hablaba de armas y quería ser militar”, espetó otro chico. “Siempre estaba solo”, subrayó un cuarto alumno en otro corrillo.
Su perfil de Facebook está ilustrado con una calavera incendiada. En esta red social destaca su afición por la lucha libre o smackDown y su videojuego favorito, otra de sus pasiones, es W2k15, el juego oficial de lucha libre. De hecho sus aficiones deportivas solo pasan por esto y, por seguir al jugador del Atlético de Madrid Arda Turan y al piloto de MotoGP, Valentino Rossi.
Según El Periódico de Catalunya, el menor había suspendido siete asignaturas y es un joven introvertido y tímido, amante del rock, el metal, el punk o la electrónica. Entre sus músicos y grupos favoritos están Ska-P, Skrillex y David Guetta.
Una de sus películas favoritas sería, según algunos medios catalanes, Leyenda urbana, junto a la saga de Terminator. Además, es adicto a la serie de zombis The Walking Dead. Tanto es así que en su perfil de la red social sigue hasta a siete perfiles de dicha serie. También le gusta Futurama, Los Simpsons o los dibujos de Hora de aventuras.
Mientras, sus compañeros del Instituto de Educación Secundaria Joan Fuster reconocían que no se lo podían creer. “Es un día de estrés y desconsuelo”, se oía decir a otro estudiante.
La mayoría de los alumnos, algunos llorosos y otros con ataques de ansiedad, permanecieron durante toda la mañana en la plaza que hay delante del instituto. Las clases han quedado suspendidas hasta mañana, aunque ya ayer por la tarde y hoy, los alumnos, por grupos, regresarán a las aulas para que puedan ser tratados por psicólogos. - DEIA/Efe