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“Hemos subido la lista de espera porque estamos operando más cánceres”

Treinta años después de su puesta en marcha, el hospital de Galdakao-Usansolo disfruta de buena salud y su gerente, Jon Guajardo, lo corrobora con datos

“Hemos subido la lista de espera porque estamos operando más cánceres”BORJA GUERRERO

BILBAO - Convive junto a dos monstruos de la sanidad vizcaina como el hospital de Cruces y el de Basurto pero en treinta años de vida, el hospital de Galdakao-Usansolo ha logrado dar la talla.

En la lista de los cien mejores hospitales de España recién publicada, Galdakao figura en el puesto 60. ¿Le preocupa?

-No me preocupa porque eso son estudios de empresas privadas que a veces están condicionados por si les has subcontratado algún servicio. Los hospitales vascos están muy bien posicionados y considerados a nivel nacional. El hospital de Galdakao está superreconocido. Hay unidades que ganan premios de manera sistemática como Nefrología y Diálisis. Somos el único hospital grande que ha sido finalista en el premio europeo EFQM, hemos conseguido el premio iberoamericano de calidad... Tenemos unos datos asistenciales excelentes. Igual en tecnología no estamos en lo más alto pero si buscas resultados, en lo que hacemos estamos muy arriba.

¿Con 30 años de funcionamiento es un centro consolidado?

-El hospital Galdakao-Usansolo se ha consolidado en una situación de cierta dificultad porque ya había dos hospitales grandes, Cruces y Basurto. Se ha confirmado como un hospital serio que da servicio a 313.000 ciudadanos dentro de la OSI Barrualde-Galdakao. En 1985 funcionaban 118 camas y ahora tenemos casi 400. El número de ingresos hospitalarios se ha multiplicado por diez. Empezamos con dos quirófanos y ahora tenemos quince. Las intervenciones quirúrgicas se han multiplicado por doce o trece. Asistimos 70.000 urgencias al año. Y en consultas de especialistas estamos cerca de las 450.000.

Pero no tiene servicios como partos o Pediatría hospitalaria.

-En 1984 había una zona destinada a Maternidad pero coincidió con la bajada de la natalidad y no se llegó a poner nunca en marcha. Sin embargo, desde la OSI hacemos todo el seguimiento desde la gestación.

Tampoco hay otras especialidades complicadas.

-Es verdad, hay especialidades que no tenemos, las cirugías más complejas como Neurocirugía, Cirugía cardíaca o Cirugía plástica... Tampoco disponemos de algunos servicios de apoyo oncológico o de la radioterapia para el cáncer.

¿Para esto ya están hospitales como Cruces o Basurto?

-Es que somos la misma organización. Somos aliados y trabajamos conjuntamente en ese tipo de especialidades. Por ejemplo en el caso de la cirugía cardíaca, tenemos sesiones médicas con los cirujanos para coordinar a los pacientes y consensuar su tratamiento. Para los tratamientos radiológicos, que es de lo que más actividad genera, hemos establecido unos protocolos para derivar a los enfermos o bien a Basurto o bien a Cruces.

¿Es por no solapar servicios o porque no se pueden comprar aceleradores lineales para cada centro?

-Es que no interesa ampliar la cartera de servicios cuando tienes centros a diez minutos de distancia por autopista. La concentración de ciertas necesidades terapéuticas y asistenciales es una cuestión de eficiencia. En el caso de Neurocirugía, por ejemplo, hay que operar un número de pacientes destacable para acumular una experiencia suficiente, por eso es preferible concentrarlo en un solo hospital. Lo mismo ocurre con los trasplantes de riñón o de hígado que se hacen en Cruces. Es mejor que un equipo experto tenga muchos casos porque eso genera más calidad.

¿Qué tipo de servicios registran más demanda en este momento?

-Los incrementos de actividad son muy importantes en el ámbito quirúrgico principalmente en oftalmología y traumatología. Ahora se operan muchísimas personas de cataratas. También se hace más cirugía de las articulaciones, cadera, rodilla, mano, pie... Y todo ello es porque se han mejorado mucho las técnicas y también por el gran incremento de edad de la población.

El Eustat señalaba esta misma semana que casi la mitad de las hospitalizaciones corresponde a mayores de 65 años.

-El envejecimiento está pasando mucha factura a los hospitales aunque ahora se intenta que estas personas con patologías crónicas sean gestionadas, a ser posible, sin ingresar. Y que esos pacientes pueden ser atendidos desde su centro de salud de cabecera o con los sistemas telemáticos que tenemos como el Telepoc o como el Teleasma. Son pacientes controlados que seguimos si se desestabilizan. Las enfermedades crónicas han subido mucho la demanda en cardiología y en respiratorio. Todo el incremento de las patologías está fundamentalmente relacionado con el aumento de la esperanza de vida.

Pero además ustedes atienden un volumen de consultas elevado.

-El 50% son altas quirúrgicas, pacientes que se han operado. Pero las consultas también han crecido muchísimo, estamos haciendo casi 450.000 consultas de especialistas además de las de Primaria. Hay que tener en cuenta que cada día en nuestra OSI, contando las consultas en ambulatorios y en el hospital, más las pruebas, más las urgencias... pasan 12.000 ciudadanos.

La población no tiene muy claro qué abarca la Organización Sanitaria Integrada (OSI).

-La OSI Barrualde-Galdakao evita duplicidades de servicios y está integrada por este hospital, el de Gernika, cuatro ambulatorios de especialidades, Durango, Basauri, Gernika y Laudio que también depende de nuestra comarca sanitaria. Tenemos ocho Puntos de Atención Continuada para cubrir, 17 centros de salud grandes y más de 60 pequeños consultorios. El hospital de Gernika complementa la actividad que hacemos aquí, y el objetivo es que la población de esa zona no tenga que desplazarse por un TAC, una mamografía, una endoscopia o para ser visto por un especialista. Además, la Urgencia de Gernika tiene una gran actividad con 70 pacientes de media.

Habla usted de una carga de trabajo casi incesante, ¿cómo va la lista de espera de las operaciones?

-Se ha incrementado porque ha aumentado la necesidad quirúrgica. La gente tiene un problema... y, lógicamente, quiere operarse. Además, en la actualidad, a un paciente de 80 años se le opera de una prótesis de rodilla o de cadera. Antes no se programaban estas operaciones pero ahora hacemos muchas porque hay octogenarios que están estupendos. Lamentablemente está habiendo también mucha cirugía oncológica. Hemos aumentado la lista de espera porque hemos operado muchos más tumores detectados a raíz del screening de cáncer colorrectal o del cribado de cáncer de mama, y de todos los medios diagnósticos que son muy avanzadas. Pero eso implica que si operas cánceres tienes que operar menos cataratas.

En el cáncer la espera es pequeña.

-Tenemos el firme compromiso de que cualquier cáncer sea operado en menos de 30 días, Igual que la cirugía cardiovascular. Este año, por ejemplo, le hemos quitado un poco de quirófano a otorrino y hemos tenido más demora... Con todo, este año hemos operado mil y pico pacientes más que el año pasado de cirugías complejas.

¿Cuál es la estancia media en el hospital?

-La estancia media global es de unos cuatro días contando que algunas cirugías se van en el mismo día o al día siguiente, uno de los grandes cambios que se han producido en estos últimos años.

¿Los ciudadanos deberían saber lo que cuesta su tratamiento? ¿Hay que entregar facturas de lo que cuesta su paso por el hospital?

-La gente debe tener conciencia de que la sanidad no es gratis pero no puedes entregarle ninguna factura porque corres el riesgo de culpabilizar a la gente y no es necesario. Pero deben saber que nuestra OSI gasta 622.000 euros cada día... más de cien millones de los de antes, y que dispensamos 10.000 medicamentos en el ámbito hospitalario.

¿Cuánto cuesta de media un paciente ingresado en Galdakao?

-La media del costo de una cama de hospital es de 500 o 600 euros. Si está cuatro días puede costar 2.000 o 2.500. Pero no tiene nada que ver el paciente normal del paciente oncológico, al que vamos a dar quimioterapia en un ciclo que puede costar 100.000 euros al año por paciente. O del importe de un enfermo dializado que supone anualmente unos 40.000 o 50.000 euros.

Ustedes tratan a todo el mundo, también inmigrantes sin papeles y sin tarjeta sanitaria.

-Nuestra sanidad es universal y cualquier paciente es tratado. Lo que si hacemos es que si un ciudadano alemán acude a nosotros le vamos a atender perfectamente pero luego vamos a intentar cobrar lo que le hemos hecho. Lo mismo que con las mutuas y los accidentes de coche. Pero si viene un inmigrante sin cobertura y sin recursos, aunque se le haya hecho un cateterismo no le vamos a cobrar nada.

Osakidetza se encuentra sumida en un profundo conflicto laboral. ¿Entiende las reivindicaciones?

-Es cierto que las condiciones tanto económicas como de horas de trabajo han empeorado un poco, pero es que estamos en el mismo contexto que el resto de la sociedad vasca y nos hemos visto afectados por la crisis económica. Pero nosotros tenemos condiciones mejores que el resto de comunidades. Aquí trabajamos menos horas y ha habido menos bajada salarial. La mayor parte de los profesionales es gente solidaria y comprometida que asimila esta nueva situación.

¿Cómo han sufrido la repercusión de los paros?

-La repercusión de los paros en el hospital fue pequeña pero en el resto de la OSI fue más importante. Sin embargo, aquí el paro tuvo más incidencia en el grupo de celadores y eso obligó a suspender algunas intervenciones quirúrgicas. Como gestor da mucha pena porque tienes el equipo preparado, el quirófano, las enfermeras, el anestesista... y no se puede operar.