Bilbao - Las ayudas sociales básicas del sistema vasco de garantía de ingresos -Renta de Garantía de Ingresos (RGI) y la Prestación Complementaria de Vivienda (PCV)- dispondrán en 2015 de un presupuesto de 460 millones de euros, un 5,7% más que los 435,2 millones de este año.
El Gobierno vasco decidió ayer adelantar la aprobación de los expedientes de gasto de la RGI y de la PCV para 2015 por un montante total de 460 millones de euros. Las partidas de 378,4 millones para RGI y 82,5 para la PCV estarán recogidas en los presupuestos de Euskadi para 2015, pero el Gobierno vasco autorizó ayer el gasto para poder disponer de recursos con los que financiar ambas prestaciones desde el mismo mes de enero.
La RGI es una prestación periódica de naturaleza económica dirigida a las personas integradas en una unidad de convivencia que no disponga de ingresos suficientes para hacer frente tanto a los gastos asociados a las necesidades básicas como a los gastos derivados de un proceso de inclusión social.
Por su parte, la PCV es una prestación periódica de naturaleza económica que se articula como un complemento de la RGI y que se dirige a cubrir las necesidades relacionadas con los gastos de alquiler de la vivienda o del alojamiento habitual de las personas titulares de dichas prestaciones. Según la Ley 18/2008 para la Garantía de Ingresos y para la Inclusión Social, la competencia para la instrucción y resolución de los expedientes de estas dos prestaciones corresponde a Lanbide.
En la actualidad hay unos 62.700 perceptores de la RGI. El abono de las rentas correspondientes supone un gasto aproximado de 30 millones de euros al mes y, según los datos correspondientes a 2013, el 41% de estas personas también percibe la prestación complementaria de vivienda. Desde 2009 el número de perceptores de estas ayudas sociales se ha ido incrementando de forma constante, lo que ha exigido el correspondiente aumento presupuestario.