Donostia - El día más caluroso de lo que va de año, con temperaturas cercanas a los 40 grados, concluyó ayer con una galerna que, si bien apenas se dejó sentir en Bizkaia y afectó fuertemente a Gipuzkoa, dejó ráfagas de viento de hasta 77,6 kilómetros por hora registradas en la isla donostiarra de Santa Clara.

Desgraciadamente, también se cobró la vida de una mujer de 81 años, cuyo cuerpo fue hallado sobre las 20.00 horas en una zona de rocas de la playa de Zarautz.

La última persona en ver con vida a la mujer fue su propia hija, con quien había estado durante la mañana en la playa. A mediodía, la víctima se quedó sola en el arenal. Cuando la hija regresó, sobre las cuatro de la tarde, no la encontró por ninguna parte, lo que le llevó a denunciar su desaparición a través de SOS Deiak. Fue a partir de ese momento cuando se activó la alerta y se movilizaron diversos dispositivos, entre ellos un helicóptero de la Ertzain- tza y otro de Salvamento Marítimo, así como embarcaciones de la Policía vasca, Salvamento Marítimo y Cruz Roja.

Al principio, se desconocía si la mujer -quien pasaba los veranos en casa de su hija en Zarautz, aunque no estaba domiciliada en este municipio-, había desaparecido en el mar o en tierra. Sin embargo, a última hora de la tarde, se confirmaron los peores temores. El cuerpo sin vida fue localizado por un helicóptero de Salvamento Marítimo en una zona de rocas entre Zarautz y Orio. El cadáver fue trasladado al puerto de Orio, donde un médico certificó su fallecimiento.

Ahora bien, las causa de la muerte la tendrá que esclarecer la autopsia, ya que, según relató la hija a las autoridades, la mujer solía meterse en el agua con asiduidad, pero sin dejar que el agua le superase la cintura.

Cifras récord

Un triste final para una jornada de cifras récord. La temperatura máxima de la red de estaciones de Euskalmet se midió en Altzola, donde se llegó a los 39,2 grados sobre las 15.20 horas, momento en que la costa guipuzcoana acababa de ser barrida por una galerna que despejó los arenales de bañistas. Al menos, durante unas horas, ya que algunos aprovecharon la tarde, una vez se refrescó el ambiente, para darse un buen baño algo más relajados.

Las imágenes que circularon por las redes sociales mostraron nubes de arena que desfiguraban el conocido perfil de La Concha, mientras decenas de personas buscaban algún lugar para refugiarse. La caída de las temperaturas también fue notable, de hasta ocho grados en diez minutos en algunos puntos.

Pero este fenómeno no afectó por igual al Golfo de Bizkaia. Según explicó a este periódico el responsable de Euskalmet, José Antonio Aranda, el primer indicio de la alerta se midió a las 13.00 horas en Punta Galea. En poco más de dos horas y veinte minutos, lo que comenzó como una rolada de viento se convertía en una galerna de libro que barrió sin miramientos toda la costa guipuzcoana.

“En Bizkaia ha habido un incremento sustancial del viento, pero todavía muy flojo, por eso no hemos considerado que fuera una galerna, sino una rolada de viento sur a noroeste, que tiene algunos efectos parecidos a la galerna, como la bajada de temperaturas, la subida de la humedad...”, detalló Aranda.

A medida que el fenómeno se fue desplazando, el choque entre vientos cálidos y fríos lo iba “alimentando”, de manera que se aceleraba. Por eso a Gipuzkoa llegó ya en forma de galerna. “Cuanto más hacia el este ha sido más violento”, añadió.

La caída de las temperaturas se vivió como uno de los efectos más notable. Por ejemplo, en Zarautz, en apenas 20 minutos (de las 14.50 a las 13.10), los termómetros cayeron once grados, de 36 a 24,7 grados. En este municipio costero se llegó a alcanzar una máxima de 37,2 grados y unas rachas de viento de 55 kilómetros por hora. Caídas similares de la temperatura también vivió Bizkaia. Eso sí, al interior todavía le costó refrescarse y a las 17.30 horas todavía en municipios como Arrasate tenían 34,8 grados.