Xabier Goikoetxea Uriarte: "Una fractura de hombro es complicada, aunque no te operes, tienes mínimo para seis meses"
El jueves terminó de operar a las 20.30 horas, pero Xabier Goikoetxea se sumergió ayer de lleno en una jornada sobre técnicas para tratar la fractura de hombro
Bilbao - No se moleste... pero la sala de operaciones de ustedes, los traumatólogos, parece casi un taller de chapa y pintura. Usan sierras, taladros, martillos, clavos...
-Ahí está precisamente el quid de la cuestión. El cirujano maneja sierras, taladros, material muy preciso de tornillería, diferentes tornillos que hacen compresión, que se bloquean en hierros... pero siempre hay que saber respetar la biología, el aporte sanguíneo, respetar los tejidos para que una vez acabada la intervención, todo cicatrice bien y esté correcto.
Les llaman carpinteros.
-Es verdad que nos llaman carpinteros, pero a mí me gusta decir que somos jardineros porque el jardinero debe tener una habilidad técnica pero no se olvida nunca que está tratando con cosas vivas. Los mejores traumatólogos son los que respetan los tejidos, respetan la biología y saben cómo curar los tejidos y el cuerpo para que luego fluya otra vez la vida y crezca, en este caso, el hueso.
Ayer en el IMQ dedicaron una jornada específica a las fracturas de hombro. ¿Son muy frecuentes?
-Son frecuentes ya que representan entre el 4 y el 5% de todas las fracturas. Son fracturas que, en un 87%, son de baja energía, eso quiere decir que se producen por una caída estando de pie, caídas con poco traumatismo.
¿A qué se deben?
-Significa que son fracturas osteoporóticas, por eso la mayor parte de las personas que las sufren, padecen osteoporosis. Ahí radica que los sujetos sean personas mayores y, sobre todo, mujeres. Y ahí también estriba la dificultad de su tratamiento. Además se estima que en los próximos 30 años, el número de fracturas se va a multiplicar por tres por el envejecimiento de la población.
¿Cómo se trata a esas personas mayores?
-La mayoría del tratamiento es conservador. Pero como la población es cada día más activa y como cada vez hay más adelantos técnicos, se opera más. Además, a la hora de intervenir, hay muchos tipos de tratamientos y precisamente uno de los objetos de la jornada que hemos celebrado ayer es debatir sobre las técnicas. Ya que en los últimos tiempos ha habido nuevos adelantos técnicos y nuevos instrumentales que nos animan a operar más, ha existido un boom en la cirugía del hombro. Fracturas que antes no se operaban nunca, ahora se operan mucho más y de ahí se derivan algunos problemas.
¿Por ejemplo?
-Tras los tratamientos quirúrgicos, se estima que uno de cada nueve pacientes debe ser reintervenido. Y las complicaciones aumentan. Según qué técnicas se utilicen, algunos estudios han cifrado un porcentaje alto de complicaciones, entre el 20 y el 40%. También precisan que depende de la técnica, y de los gestos quirúrgicos realizados, es decir, en última instancia, del cirujano.
¿El tratamiento conservador tiene menos riesgos?
-Tanto operando o sin operar puede haber complicaciones. El tratamiento de inmovilizar, poner el cabestrillo y punto también tiene riesgos. La propia rotura del hombro puede provocar una parálisis de nervios, una lesión de vasos sanguíneos... Es decir, aunque no hagas nada puede haber complicaciones y que el hombro se quede mal, rígido o doloroso.
La rehabilitación es fundamental.
-Sí, en ambos casos, tanto si se opera como si no, la rehabilitación es muy importante para la remisión del dolor (si lo hubiera) y para mejorar el movimiento de la articulación.
¿Es muy pesada?
-Sí. Es dolorosa y muy lenta. Yo a mis pacientes con fractura de hombro les suelo decir que tienen, por lo menos, para seis meses. Por supuesto, depende del tipo de lesión. Pero aunque no se operen, es un proceso laborioso.
Antes ha citado que existen fracturas de alta y baja energía.
-Los traumatólogos diferenciamos mucho las fracturas de baja energía, esas caídas leves después de tropezones tontos, que provocan muchas roturas de cadera, vertebrales, de muñeca, de hombro y las fracturas de alta energía que se producen, por ejemplo, a raíz de un accidente de tráfico. Fracturas cuyo mecanismo es mucho más violento con lesiones menos predecibles y más graves.
¿Es más complicado tratar una fractura de hombro que una de cadera?
-Depende del paciente, del tipo de fractura y de la experiencia del cirujano. En primera instancia depende de los pacientes. A veces son jóvenes que se caen de un andamio, de la moto o sufren un accidente deportivo. Pero son los menos. Las personas que se caen y se rompen el hombro son, a menudo, personas mayores. Y a la hora de plantear la solución hay muchas enfermedades que interactuan y que limitan las posibilidades de tratamiento. A una señora de 90 años no le vas a operar el hombro o sí, pero te lo piensas más. Luego también depende de la demanda. No es lo mismo un paciente mayor con Alzheimer que otra persona mayor que conduce todos los días o hace deporte.
¿Cuál es la mayor dificultad que presenta una fractura de hombro?
-Sin ninguna duda, los diferentes tipos de fractura. Un hombro se puede romper de muchas maneras. Puede estar roto en dos fragmentos, en tres, en cuatro..., y puede ser en cuatro fragmentos de una manera u otra. Ahí radica la dificultad. Una cadera, sin embargo, tiene dos o tres patrones de fractura.
Y las técnicas para intervenir no siempre están del todo definidas.
-Así como en la cadera, o en otras fracturas como la muñeca, está bastante claro qué técnicas usar, en una misma fractura de hombro, tres traumatólogos la abordarían de tres maneras diferentes. Aunque lógicamente, a nivel científico existen unas pautas de actuación.