madrid - James Hellwig, el hombre que estaba tras la máscara y músculos de El último guerrero, falleció el pasado 9 de abril en Nueva Orleans a los 54 años de edad por causas desconocidas. El exluchador estaba casado con su esposa Dana y tenía dos hijas.
El luchador fue una de las grandes estrellas de la la WWF (World Wrestling Federation) en los noventa protagonizando enfrentamientos memorables frente a Hulk Hogan, otra leyenda del wrestling o, como se popularizó en España, Pressing Catch.
El propio Hogan expresó a través de Twitter su pesar por la muerte de uno de sus grandes rivales en el cuadrilátero. "RIP WARRIOR. only love. HH, (Descansa en paz, Guerrero. Solo amor. HH"), tuiteó el luchador del pañuelo en la cabeza.
Su maquillaje multicolor, sus flecos chillones y complementos indios, sus rezos a Manitu y, sobre todo, su "baile de San Vito" -ese estado de trance en el que fingía entrar antes de propinar el ataque definitivo a sus rivales- hicieron de él uno de los grandes personajes que hicieron vivir al show del wrestling una de sus épocas doradas.
Brian Hellwig, nacido en 1959 en Arizona, comenzó en el wrestling a principios de los ochenta, adoptando el pseudónimo de ultimate warrior cuando ingresó en la WWF en 1987, y pronto se convirtió en una de las estrellas más destacadas.
Ya retirado, en 1999, se había dedicado a dar charlas públicas pero regresó al cuadrilátero brevemente en 2008 para luchar en dos ocasiones más, uno de esos encuentros tuvo lugar en Barcelona, España.
"En la WWF estamos conmocionados y profundamente entristecidos al conocer el fallecimiento de una de las más emblemáticas superestrellas de la WWF, El último guerrero", afirma en un comunicado la organización que ya había reconocido a James Hellwig el pasado día 4 incluyéndole en su salón de la fama. -DEIA/E. P.