Bilbao - La costa vasca es de seis estrellas. Los algo más de doscientos kilómetros lineales que contienen la bravura del Cantábrico esconden olas conocidas y reconocidas a nivel mundial y que, en condiciones idóneas de viento, oleaje y marea, ofrecen sensaciones extraordinarias para los amantes del surf (principiantes o no), pero también para los numerosos curiosos que se arremolinan en los arenales para ver cómo se cabalga sobre el agua. Punta Galea, Meñakoz, La Central, Ogeia, Orrua, Zarautz, La Zurriola y Mundaka son solo algunas del medio centenar de rompientes que sitúan a Euskadi en el mapamundi de los surfistas en su agenda de verano.

Pero representan algo más. Son una oportunidad para subirse a la ola del turismo especializado y de calidad y, de paso, reforzar la presencia de Euskadi en este campo de actuación durante más meses; en concreto, desde abril hasta octubre. "El objetivo es que haya más gente durante todo el año. Es, lo que llamamos, desestacionalizar el producto. Alargar la temporada y que no se quede en dos o tres meses. Por ejemplo, que desde abril hasta octubre haya actividad; no al cien por cien, pero que en primavera se pueda trabajar ya, con las escuelas activas aunque solo sea el fin de semana, en Semana Santa,... Que haya una actividad más regular durante el año, lo que nos ayudaría a mejorar la sostenibilidad y la gestión del producto", ilustraba Arantza Madariaga, directora de la Agencia Vasca de Turismo, Basquetour.

De momento, 63 entidades públicas y privadas (empresas, guías, escuelas de surf, alojamientos e instituciones) trabajan ya de forma mancomunada para crear un producto turístico potente que consiga atraer a un perfil de visitante con poder adquisitivo medio-alto. Todas ellas entretejen sus propuestas bajo la marca Surfing Euskadi, un sello propio de calidad y garantía al que pronto podrían sumarse otros cuatro agentes más: dos alojamientos friendly (aquellos que incluyen en sus servicios tradicionales una cálida acogida a los aficionados, permiten la entrada con material y facilitan información sobre parte de olas, servicios y eventos relacionados, y spots, lugares ideales para subirse a la tabla) y dos escuelas de surf.

Bien pronto también, la Agencia Vasca de Turismo tiene intención de redoblar su labor promocional de Euskadi como destino turístico de surf en Barcelona. Y ya han cerrado unas jornadas especializadas con turoperadores [empresas que comercializan viajes] en Escandinavia, Rusia, Brasil y Australia a la búsqueda de nuevas cuotas de mercado, potencial y consolidado, y sacar de la temporada de verano la presencia de surfistas en las playas vascas. Del mismo modo, avanzaba Madariaga, se trabaja con la idea de organizar algún que otro viaje a Euskadi para periodistas especializados en surf procedentes de Alemania y Holanda.

Nexo de unión con Iparralde Otro de los lugares que han llamado poderosamente la atención de los responsables de Basquetour y de la viceconsejería de Turismo y Comercio es Iparralde. Hasta allí llegan cada verano alrededor de dos millones y medio de personas, surfistas o simplemente consumidores de productos relacionados con este deporte que no pasan la muga. "Estamos pendientes de firmar un convenio, pero tenemos claro que debemos trabajar más para captar turistas en la zona de Hossegor... Haremos alguna acción cuando haya campeonato, para que vengan, que sepan que somos la continuidad de la costa. El surf nos posibilita en momentos determinados posicionarnos con algún evento y lo vamos a hacer", subrayaba Madariaga.

La meta es llegar a un turista que sabe lo que quiere -coger olas- pero hacerlo de un modo profesional y completo, garantizando una experiencia extraordinaria e inimitable en cualquier otro punto del globo y, por lo tanto, que invite a los turistas-surfistas a convertirse en reincidentes en Euskadi gracias a la dedicación de escuelas de surf, guías, surfaris, campings, alojamientos y agencias que llevan un tiempo formándose, innovando, y flexibilizando y amoldando sus productos turísticos a la coyuntura. Según los últimos datos, el surf como actividad turística aporta más de 8 millones de euros al PIB de Euskadi. Según las estadísticas que maneja Basquetour, el 95% de quienes han surfeado las olas vascas tiene previsto repetir destino. Y así lo hacen, atraídos no solo por esta actividad sino por otras como la naturaleza, la gastronomía o la cultura. Y no son ni uno ni diez; ni siquiera mil.

23.000 surfistas en 2012 Según el último informe de Ibiltur, hasta 23.000 personas recalaron durante el año 2012 en Bizkaia o Gipuzkoa única y exclusivamente para practicar surf; y otras 43.000 fueron turistas recreativos, esos que aprovechan su estancia para consumir productos relacionados con esta práctica y, si se tercia, coger unas olas algún día, ya sean principiantes o expertos. Datos extraídos de los alojamientos oficiales a los que, lógicamente, podrían sumarse otros quince mil surfistas más que se alojan en albergues, campings, viviendas de particulares o simplemente duermen en autocaravanas y furgonetas y que, por lo tanto, no están fichados en los registro oficiales.

Como agrega Jokin Arroyo, apasionado del deporte de la tabla y director de Itxaslehor Surf Consultancy, "lo bueno es que hay ofertas para todos, para jóvenes, expertos, niños,? distinta tipología de playas y de olas,... La oferta con respecto a las escuelas de surf es muy profesional y amplia, y prácticamente en todos los pueblos que tienen playa para surfear hay una escuela. El producto turístico es más flexible: de fin de semana, un día, semana completa,... Y hay una última tendencia que hemos detectado gracias a la escuelas de surf: antes solo se bañaban los hijos y los padres esperaban hora y media allí. Eso ha cambiado y ellos también se echan ahora al agua".

Una evolución similar a la experimentada por la Administración Vasca desde hace ya varios años, comentaba Arroyo al tiempo que defendía la implicación del Gobierno vasco en el diseño, definición y ejecución de un plan estratégico que contribuya a mantener en la cresta de la ola una práctica deportiva que, precisamente, llegó a Europa desde Euskal Herria a mediados del siglo pasado. "El país tiene una referencia histórica importante, industria, surfistas que han llevado la ikurriña por el mundo, olas de calidad... Y este plan estratégico es una evolución", zanjaba.