bilbao. Más paro que nunca, más precariedad laboral y más incertidumbre. Los profesionales vascos que están a pie de cama del enfermo vislumbran un negro futuro que ha quedado patente en las jornadas que se celebran en Bilbao donde el personal de enfermería debate las devastadoras consecuencias que está provocando la crisis actual. "A pesar de que Euskadi está mejor posicionada que el resto del Estado no podemos permitir llegar a la situación de otras comunidades para que el sistema no haga crac", sentenció ayer María José García Etxaniz, presidenta del Colegio de Enfermería de Bizkaia.
El personal sanitario vasco teme perder su actual estatus y llegar a la situación crítica que atraviesan otras zonas. En este sentido, ayer se puso de manifiesto que el País Vasco es una de las comunidades que más se ha esforzado en este campo, ya que su ratio de profesionales llega a los 714 enfermeros no jubilados por cada 100.000 habitantes, todavía por debajo de los dígitos que maneja la Unión Europea.
García Etxaniz aseguró que el principal problema es que haga crac el sistema sanitario. "Si hay una suspensión de pagos o graves problemas financieros nosotros no vamos a ser diferentes porque ya hemos visto que el Gobierno vasco se topa con la normativa básica del Estado y, por ejemplo, se ha visto obligado a la suspensión de la paga extra". Por eso expresó la voluntad del personal de enfermería de trabajar codo con codo para sacar la sanidad adelante.
Frente a los gravísimos indicadores que azotan el resto del Estado, que provocan que veinte mil profesionales hayan perdido su empleo en los últimos tres años, la enfermería ve cómo su número de profesionales desciende mucho más deprisa que la plantilla de médicos. Cifras demasiado altas teniendo en cuenta que, antes de la crisis, apenas exístía paro. Por otro lado, en España, cada año se gradúan casi 10.000 nuevos enfermeros que se ven abocados a salir al extranjero para poder trabajar.
no se puede bajar la guardia "En el País Vasco la situación no tiene nada que ver con el resto de las comunidades, tenemos un paro del 2% frente a una media del 8%. Y somos la segunda comunidad autónoma que menor paro enfermero registra", explica García Etxaniz. No obstante, esta cifra se ha incrementado de manera significativa en términos relativos durante los dos últimos años, por lo que no quieren bajar la guardia. En este sentido, en marzo de 2010 había en el País Vasco un total de 276 profesionales de enfermería en el paro, cifra que ha aumentado en marzo de 2013 hasta los 616.
Los profesionales a pie de obra temen que estas deficiencias redunden en la seguridad que debe amparar a los enfermos y en la merma asistencial a los pacientes. De hecho, la eventualidad laboral condena a que muchos de ellos padezcan el síndrome de Burnout, o del profesional quemado; otros sufran estrés y más de la mitad considere que la atención a los pacientes ha empeorado.
Con este telón de fondo, más de 600 enfermeras y enfermeros de Bizkaia se han dado cita en el Palacio Euskalduna de Bilbao en las jornadas La aportación de la Enfermería a la sostenibilidad de un sistema sanitario en tiempo de crisis. Nuevas competencias. La presidenta de la enfermería de Bizkaia ha puesto de relieve "el papel imprescindible de los casi 8.000 profesionales que, cada día, trabajan en la sanidad vizcaina". Según ha indicado, "en un país como Euskadi donde en 2040 más de la mitad de la población será mayor de 65 años, es imprescindible la capacitación del personal". "La sostenibilidad de Osakidetza, dentro de su reorientación a una mejor atención al paciente crónico, ha colocado a la enfermería como una pieza clave del sistema, haciendo una apuesta por sacar el máximo provecho de su excelente formación y capacidad, desarrollando nuevos roles enfermeros", afirma.
Entre estas nuevas competencias de la plantilla de Osakidetza destacan las correspondientes a la enfermera de enlace hospitalario, la enfermera gestora de continuidad o la enfermera gestora de competencias avanzadas. Todo ello con el objetivo de conseguir que el sistema sea menos burocrático, que la enfermera sirva de enlace con el enfermo para agilizar las gestiones, persiguiendo el objetivo de que desciendan los ingresos hospitalarios.
García Etxaniz también ha destacado los nuevos roles de los enfermeros de urgencias y emergencias que contribuyen a lograr una mejor prestación de cuidados al paciente, una mayor continuidad asistencial y una mejor calidad en todo el proceso, obteniendo mejores resultados en salud y una más eficiente utilización de los recursos del sistema sanitario.