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Un meteorito desata el pánico en Rusia

La onda expansiva causó al menos un millar de heridos y más de 3.000 viviendas sufrieron daños Los científicos consideran que el objeto tenía que ser "bastante grande" y pesar varias toneladas

Un meteorito desata el pánico en RusiaCHELIABINSK.RU

bilbao. El pánico sobrevoló ayer las regiones rusas de Cheliabinsk, Sverdlovsk, Kurgan y Tyumen (todas ellas en el centro del país) cuando alrededor de las nueve de la mañana cayó un cuerpo astral. Más de un millar de personas resultaron heridas, entre ellas unos 200 niños, por la gran onda expansiva que provocó la colisión de un meteorito en la atmósfera y su posterior fragmentación. Los efectos de la onda expansiva fue los causantes de que numerosos cristales de ventanas estallaran y elevaran la cifra de heridos, varios de los cuales estaban en situación "grave".

En un primer momento, algunas fuentes apuntaron al estallido de un avión en pleno vuelo pero las autoridades rusas confirmaron que la explosión había sido por un meteorito, solo uno. "No ha sido una lluvia de meteoritos, sino un meteorito que se desintegró en capas bajas de la atmósfera", señaló la portavoz del ministerio para Situaciones de Emergencias ruso, Elena Smirnij, a la agencia Interfax.

Las consecuencias que provocó el meteorito se debieron al gran tamaño del mismo. "Era un meteorito bastante grande, puede que de varias decenas de metros de longitud. Los cuerpos de menos de 50 metros se desintegran casi siempre en la atmósfera, y si no se queman en su totalidad, a la Tierra llegan pequeños fragmentos", explicó Nikolai Zheleznov, experto del Instituto de Astronomía Aplicada de Rusia. El científico del Observatorio astronómico de Pulkovo, Serguei Smirnov, subrayó que el objeto tenía "una masa de varias decenas de toneladas, seguramente, ya que se pudo ver con claridad en el cielo". La Agencia Nacional Espacial, Roscosmos, informó que, antes de desintegrarse, el meteorito se desplazaba a una velocidad de "30 kilómetros por segundo".

DAÑOS MATERIALES La mayoría de los heridos se produjeron por cortes al romperse los cristales, pero en la zonas más afectadas también se registraron daños materiales. "Fue como una gran bola de fuego, que luego cayó. Todo duró apenas un par de segundos", afirmó uno de los residentes. Esos "segundos" fueron suficientes para causar desperfectos en más de 3.000 viviendas. Según el ministerio de Interior ruso, un fragmento causó el hundimiento del techo de una factoría de zinc en Cheliabinsk, la región que resultó más afectada. El gobernador de ese estado, Mijail Yurevich, aseguró que uno de los restos se había precipitado en un lago situado a un kilómetro de la ciudad de Chebarkul. En una primera estimación, Yurevich apuntó a que los daños llegarían a los 1.000 millones de rublos (unos 25.000 millones de euros).

Las bajas temperaturas que se registran todos los inviernos en Rusia, que en la zona alcanzan los 20 grados bajo cero, obligaron a un rápido despliegue para cobijar a las familias que han tenido que ser desalojadas. "Con estas temperaturas es importante sustituir las ventanas destrozadas", incidió el gobernador. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó destinar una partida urgente para ayudar a las zonas afectadas. De esta manera, se movilizaron 7 aviones y 20.000 miembros de Protección Civil.

La onda expansiva también desató la alarma nuclear, aunque, tal y como apuntó Smirnij, la caída del meteorito no influyó en los niveles de radiación, que se mantenían en los habituales de la región. Por su parte, la agencia rusa para la energía atómica, Rosatom, agregó que sus instalaciones en los Urales no habían sufrido ningún daño.

EL MÁS POTENTE EN AÑOS El meteorito que ayer se fragmentó sobre regiones centrales rusas es uno de los más dañinos en los últimos años. El más destacado fue el que provocó la desaparición de los dinosaurios hace 65,5 millones de años. Sin embargo, en la época moderna también se han registrado incidentes por los meteoritos. El 30 de junio de 1908 fue la taiga siberiana rusa el epicentro de una gigantesca explosión que arrasó una superficie de 2.200 kilómetros y devastó más de 80.000 árboles. Los estudios posteriores revelaron que el contacto liberó una energía 300 veces superior a la bomba de Hiroshima.

A finales de los años 90, en una casa en la ciudad nipona de Kobe impactó un meteorito, que no provocó heridos. Cuatro años más tarde, los estados de Illinois, Indiana, Ohio y Winconsin (Estados Unidos) fueron el escenario de una lluvia de meteoritos que medían entre 1 y 10 centímetros.

En el Estado también hay registrados casos de impactos. Uno se produjo en Villalbeto de la Peña (Palencia) en 2004 mientras que en 2007 fue en Puerto Lápice, en Ciudad Real.