sestao. Sestao es desde ayer un poco menos comunista. Falleció Venancio González Mendiola, exconcejal de Ezker Batua en la localidad entre 1991 y 1999. El exconsejero de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno vasco entre 2001 y 2009, Javier Madrazo, definió ayer a Venancio como "un referente para las gentes de izquierda de este país. Un luchador muy querido por todos. Su honestidad le permitió ganarse la simpatía de las gentes que no pensaban como él. Para mí, es un ejemplo", valoraba Madrazo, quien días atrás visitó en su casa a González. Hoy se oficiará su funeral civil en el tanatorio Bizkaia de Barakaldo.
El propio fallecido solicitó que en su esquela se le presentara como "obrero metalúrgico", lo que para él, del Partido Comunista, era un honor. También pidió que no se le pusiera a su nombre el don por delante porque "no lo he sido", argumentaba él. "Era un militante de una pieza -continúa Madrazo-, íntegro, muy cercano a las personas".
Venancio fue obrero de Altos Hornos de Vizcaya, donde formó parte de las protestas de aquella época y también de la Marcha de Hierro a Madrid. Trabajó hasta que se lo prohibió el médico por salud en Acenor de Etxebarri. Por honradez iba a trabajar enfermo. No se cogía una baja hasta que se le obligaba, por prescripción médica. "No veía honrado coger una baja", transmite su sentimiento el también exconcejal por EB de Sestao Félix Gonzalo. "Me siento muy afectado por su muerte. Aunque soy de Sestao, vivía en Bilbao y él fue el primero en ayudarme cuando entré en el Ayuntamiento. Un hombre muy trabajador, hormiguita, honrado. Siempre he admirado su lealtad al proyecto. Tomada una decisión, se volcaba a trabajar en ella", le reconoce.
La también exedil de EB del municipio Clara Zabalo, le definió como un "tremendo luchador. En Sestao era un referente. Muy sencillo, estaba al lado de todo el mundo. Toda su familia es así. Son de los que si estornudas ya están preguntando en qué te pueden ayudar".
Admirador de Fidel Castro Venancio, según relatan los que le conocieron, era un seguidor del dirigente cubano Fidel Castro. "Era un apasionado de Cuba. Lo que Fidel decía, para él, iba a misa…", analiza Zabalo. De perfil, con barba y gorra con pins de Lenin o de la estrella roja con la hoz y el martillo, Venancio visitó la isla caribeña y también Moscú. También estaba muy sensibilizado con el conflicto saharaui y Marruecos. Él, junto a su familia, acogía en su casa a un menor de la República Árabe Saharaui Democrática en verano. Su compañera era Karmele Fernández, quien también fue concejala por EB en el Ayuntamiento de Sestao. La pareja tenía una hija.
Venancio tenía una afición que reinaba sobre el resto: ir a recoger setas. "¡Le encantaba!", subraya Gonzalo. También le gustaba el fútbol y era fiel seguidor del Sestao River. "Pero, ¿qué no le gustaba a Venancio? Era omnipresente. Estaba en todos los sitios. Si había alguna actividad programada en el pueblo, allí estaba él", enfatiza Zabalo.
Para Gonzalo, su amigo era un "hombre de la calle, madrugador, y le veías por cualquier sitio, leyendo el periódico… Ha sido un personaje de Sestao querido por todo el mundo, daba igual la tendencia política", agrega. Hubo una legislatura que Ezker Batua necesitaba un alcaldable para Zierbena y Venancio se presentó en primer lugar de la lista. "Se lo tomó muy en serio y con propaganda fue visitando casas y caseríos… Al final no pudo ser porque se puso enfermo y estuvo ingresado en Cruces", lamenta Gonzalo.
Hoy, a partir de las 20.00 horas le oficiarán una despedida civil en el tanatorio Bizkaia de Barakaldo. Durante el acto podrían concluir que Venancio fue un hombre comunista de ideales y con hechos.