bilbao. El euskera y el catalán se encuentran, junto a otras lenguas como el búlgaro, el griego, el húngaro y el polaco, en una situación de "alto riesgo" de extinción digital, según un estudio presentado por la UPV/EHU. En total, son 21 los idiomas europeos que se encuentran en peligro de extinción digital. Un estudio realizado por expertos en tecnologías lingüísticas advierte de que la mayoría de lenguas de la UE "tiene pocas probabilidades de sobrevivir en la era digital" y se enfrentan a "la extinción digital". El estudio ha sido realizado por META-NET, una red europea de excelencia que cuenta con 60 centros de investigación en 34 países, entre ellos el grupo de investigación de la UPV/EHU AhoLab Signal Processing Laboratory, grupo de referencia en el campo de las tecnologías del habla para el euskera, y cuyo responsable es Inma Hernáez, profesora de Telemática de la Escuela de Ingeniería de la UPV.
Después de evaluar el nivel de soporte tecnológico con el que cuentan 30 de las cerca de 80 lenguas europeas, los expertos concluyen que el apoyo digital para 21 de los 30 idiomas investigados es "inexistente o débil, en el mejor de los casos". El informe, elaborado por más de 200 expertos y publicado en la serie de Libros Blancos META-NET, disponibles tanto en línea como en papel, evalúa el soporte tecnológico para cada idioma en cuatro áreas diferentes: la traducción automática, la interacción con la voz, el análisis textual y la disponibilidad de recursos lingüísticos. Según los expertos, un total de 21 de los 30 idiomas (el 70%) se sitúan en la categoría más baja, según la cual el soporte tecnológico es "débil o inexistente", al menos en una de las áreas. Varios idiomas, como el islandés, el letón, el lituano y el maltés, reciben la puntuación más baja en las cuatro áreas. En el otro extremo del espectro, y aunque se considera que ninguna lengua goza de un soporte "excelente", solo el inglés recibe "un buen soporte", seguido del español que, junto con el francés, el alemán, el neerlandés y el italiano, cuentan con un "apoyo tecnológico moderado". El euskera y el catalán, junto a lenguas como el búlgaro, el griego, el húngaro y el polaco, presentan una situación de soporte "fragmentario", lo cual los sitúa también en el conjunto de lenguas de alto riesgo. "Los resultados son muy alarmantes. La mayoría de las lenguas europeas carecen de los recursos tecnológicos básicos y algunas están abandonadas casi por completo. En este sentido, hay que decir que muchas de nuestras lenguas no están todavía preparadas para el futuro", dice el coeditor del estudio.