Donostia. El radar de tramo que lleva controlando la velocidad en la N-I entre Ordizia e Irura en el último año ya no emite denuncias. Esta decisión de la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, vigente desde ayer, se basa en que el dispositivo ha cumplido con el objetivo de reducir la velocidad, que ha bajado una media de 8,3 kilómetros por hora de manera constante y progresiva en el tramo de 19,5 kilómetros, y la siniestralidad, que se ha reducido en un 16,7%.

El equipo, no obstante, se mantendrá en la carretera porque, según explicaron ayer en una rueda de prensa la directora de Tráfico, Amparo López, y el ingeniero Iñaki Eguiara, constituye una herramienta eficaz de estudio. Aún así, la responsable de la gestión de los flujos de la red viaria vasca envió un claro mensaje a los conductores para que "no bajen la guardia" y sigan cumpliendo con las normas de tráfico, puesto que la vigilancia en dicho tramo se mantendrá mediante el radar fijo de Alegia y controles móviles de la Ertzaintza.