ciudad del vaticano. Un total de 4.000 casos de abusos sexuales a menores por parte de clérigos llegaron a la Congregación para la Doctrina de la Fe en los últimos diez años, informó ayer el prefecto de esa congregación, el cardenal William Levada, que admitió que la respuesta de la Iglesia fue "inadecuada".

Levada hizo estas manifestaciones en el discurso con el que abrió en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma el simposio Hacia la curación y la renovación, sobre la pederastia. Durante el acto se leyó un mensaje de Benedicto XVI, en el que afirmó que la curación de las víctimas deber ser "la preocupación prioritaria" de la comunidad cristiana y tiene que ir unida a una "profunda renovación de la Iglesia en todos los niveles".

Levada, por su parte, destacó la lucha del Papa contra los abusos a menores por parte de clérigos, que comenzó ya cuando era el cardenal Joseph Ratzinger. El cardenal señaló que Benedicto XVI ha sufrido los pasados años "duros ataques" por parte de los medios de comunicación, "cuando debería haber recibido la gratitud de toda la Iglesia y de fuera de ella" por la labor realizada y su decisión de "tolerancia cero" con la pederastia.

El purpurado estadounidense, cuya congregación se ocupa de estos casos, dijo que en los últimos diez años llegaron a la misma 4.000 denuncias, "que pusieron de manifiesto, por una parte, la inadecuada e insuficiente respuesta canónica, y, por otra, la falta de una respuesta verdaderamente coordinada".

Levada subrayó la necesidad de que la Iglesia colabore con las autoridades civiles para afrontar los casos de curas pederastas, destacando que el abuso sexual de menores de edad "no solo es un delito en el derecho canónico, sino que también es un crimen que viola las leyes penales".