bilbao. Escuchando en los medios la martilleante información sobre la crisis económica, podríamos recibir la impresión de que en la vida todo se mide en dinero, y que el valor material es la medida de todo. Pero de los labios de Bernard Offen, un superviviente del Holocausto nazi, de Miriam Fernández, cantante de éxito a pesar de su parálisis cerebral, y de Paco Moreno, abogado que dejó su cómoda vida en Madrid para ayudar a los nómadas de Etiopía, podemos escuchar las experiencias en las que nos relatan que lo importante en la vida es la propia vida y, sobre todo, el camino solidario que se desarrolla en su recorrido.
El Palacio Euskalduna de Bilbao acoge hoy la tercera edición del Congreso Lo que de verdad importa, realizado en colaboración con la Fundación Telefónica, que recorre las principales ciudades del Estado.
En el encuentro participarán más de 700 jóvenes universitarios y preuniversitarios que expondrán en primera persona experiencias impactantes que les han hecho comprender lo que de verdad importa en la vida. "El objetivo es conseguir que los jóvenes sepan qué es lo decisivo en la vida, antes de encontrarse en la situación de perderlo", explicó María Franco, presidenta de la fundación Lo que de verdad importa.
El congreso ya tiene agotadas las entradas para seguirlo en directo, pero también se transmitirá por internet (lqdvi.fundación.telefonica.com).
b. offen, testigo del holocausto
"Volví a Polonia y me enfrenté con los demonios del pasado"
Bernard Offen es un superviviente del Holocausto nazi. Vivía junto a sus padres y hermanos en el área de Cracovia, que se convirtió en gueto en marzo de 1941. Su madre y hermana fueron deportadas, supuestamente al campo de exterminación de Belzec, donde fueron asesinadas. Bernard sobrevivió a cinco campos de concentración. Después de la guerra pudo reunirse con sus hermanos. En 1951 los Offen decidieron emigrar a Estados Unidos. Pero en 1981 Bernard regresó a Polonia para enfrentarse por primera vez desde la guerra a los demonios del pasado. Desde 1991, Bernard empezó a pasar sus veranos en Cracovia haciendo frente a su dolor a través de lo que él llama el proceso de curación. En la actualidad trabaja de guía de los campos de Plaszow y Auschwitz. Su experiencia está documentada en cuatro películas.
En el congreso intentará transmitir a los jóvenes lo que ocurrió en la II Guerra Mundial, tanto con los judíos como con los quince millones de personas asesinadas en esta contienda y que suponen una "vergüenza" para la humanidad.
Bernard Offen considera que vivimos en una sociedad de locos, por ello cree que "debemos encontrar en nuestros corazones lo que nos importa y no separarlo de la cabeza. Nuestros familiares, profesores, amigos deben establecer esa conexión para que el mundo vaya mejor". Inmersos en una sociedad tan estresada como la actual, a Offen no le extraña que muchos jóvenes recurran a la droga, a la utilización desaforada de la tecnología, al consumismo puro y duro. Esto cuando se convierte en el fin de su vida quiere decir que no tienen orientado su futuro. "La desesperanza en la que viven muchos jóvenes les está llevando a perderse cosas importantes". ¿Cuáles? "No conectan con su corazón. Esto les impide descubrir lo que realmente quieren hacer con su vida".
Bernard Offen tuvo claro que lo que él quería hacer era dar a conocer su experiencia. "Recordar mis vivencias era y es duro, pero tras el proceso de curación, pensé que era lo que tenía que hacer. Mi objetivo es ofrecer un testimonio de lo ocurrido para que las nuevas generaciones sepan no solo lo que ocurrió, sino también para que no se vuelva a repetir".
miriam Fernández, cantante
"La vida da muchas vueltas; ser feliz no es la meta, es el camino"
Nació en Madrid hace 21 años. Es cantante y fue la ganadora del concurso televisivo Tú sí que vales, en su segunda edición. Miriam fue dada en adopción cuando tan solo era un bebé porque los médicos le diagnosticaron una parálisis cerebral. Es la pequeña de una familia de seis hermanos, gracias a la cual consiguió superarse y hoy en día puede caminar con la ayuda de un andador.
Desde muy pequeña destacó por su talento artístico con la música. A los 7 años empieza a cantar en el coro de misa de niños, a los 9 en festivales benéficos, a los 12 compone sus propias canciones y forma un dúo con una amiga. No ha parado de actuar en galas y festivales, hasta que en enero de 2008 se presenta al casting del programa Tú sí que vales y resulta ganadora.
Esta joven cantante desprende alegría y ganas de vivir; es dulce, y con una gran fuerza de superación. Además es una defensora de los derechos humanos y está volcada en hacer respetarlos.
Sin embargo, no siempre ha sido así. De pequeña no paraba de preguntarse el porqué de su enfermedad. Se fustigaba un día sí y otro también por la mala suerte que había tenido en la vida. Ante la crueldad infantil en el colegio, se encerraba en su habitación, no quería salir "Me rebelaba ante mi discapacidad. Estaba amargada conmigo misma y con los demás. Hasta que llegó un día en que replanteé mi existencia y decidí que podía ser feliz, al tiempo que hacer feliz también a mi familia, a mis amigos. Desde aquella decisión todo me ha ido mucho mejor en la vida ", reconoce sonriente Miriam.
Para esta joven cantante ser feliz no es una meta, es el camino. "La vida da muchas vueltas; la felicidad es un estado del alma. Lo que hay que hacer es aprender a querernos y aceptarnos tal y como somos".
Uno de los lemas de Miriam, es que la sonrisa cambie el mundo, pero que el mundo no cambie tu sonrisa. "En la vida me han tocado vivir muchas adversidades. A una hermana le dio un infarto cerebral y mi padre murió poco después. Creo que las cosas pasan por algo. Todo sufrimiento tiene algo detrás".
Le apasiona componer historias, relatos y experiencias que tocan profundamente el alma; sus canciones. Sabe que nunca hay que rendirse sin luchar y enfrentar los problemas con una sonrisa. Su primer disco se titula Bailando bajo la lluvia.
A pesar de las dificultades, añade Miriam, hay que intentar ser feliz. Por eso se muestra encantada de que los jóvenes la escuchen con atención en sus intervenciones. "Me emociona cuando tras una actuación se me acerca una persona con alguna discapacidad y me dice que pensaba que personas como nosotras no valíamos para nada"
paco moreno, de amigos de silva
"Lo importante es la familia, los amigos y hacer feliz a los demás"
Francisco Moreno es un madrileño de 34 años que daba clases de gestión empresarial en la Universidad de Segovia y máster de Fiscalidad Internacional en la Universidad Complutense, cuando decidió dejarlo todo para vivir en una de las regiones más calurosas y pobres del planeta, Afar (Etiopía). Allí, rodeado de un millón y medio de nómadas de la región, cava pozos y construye hospitales y escuelas. Es el creador de la ONGD Amigos de Silva, una asociación sin ánimo de lucro, aconfesional y apolítica, cuyo principal objetivo es la ayuda humanitaria y la cooperación internacional para el desarrollo. En la actualidad, Amigos de Silva tiene cinco proyectos en ejecución, cuatro de ellos en Etiopía y uno en el Estado español.
Paco Moreno era el exponente del Jóvenes pero suficientemente preparados (JPSP) cuando decidió dar un giro radical a su vida. "Tenía 30 años, un trabajo en un despacho de abogados muy bien remunerado, coche, piso, aunque con hipoteca... Me di cuenta que era un privilegiado con respecto a mis amigos. Me animé a ir un tiempo de voluntario a Etiopía; al principio no me gustó y pensé no volver", reconoce Paco. Ahora este abogado está volcado en la gestión y profesionalización de los proyectos -¿por qué no aplicar los criterios empresariales?- y reflexiona sobre el porqué a los niños siempre se les pregunta qué quieren ser de mayores, pero nunca qué quieren hacer.
Él dio un cambio de rumbo radical a su vida cuando vio claramente lo que realmente considera importante. ¿Qué es? "La familia, los amigos y hacer felices a los demás. Esto me hace a mi ser feliz", dice sonriendo. Paco Moreno ha aprendido, a sus 37 años recién cumplidos, a ser feliz en los dos mundos, ya que diez meses del año vive en África y el resto en el Estado español.
¿Qué quieren los jóvenes? "Que se les tenga en cuenta, sienten que no son creíbles en el mundo de los adultos". Además, deben de tener referentes para que vean que se pueden cambiar las normas establecidas".