Barakaldo. Miembros de la asociación SOS Bebés Robados se concentraron ayer ante las puertas del Palacio de Justicia de Barakaldo para expresar su rechazo a la decisión del Juzgado de Instrucción número 4 de esta localidad de declarar prescritos dos casos de supuesto robo de recién nacidos acaecidos en el Hospital de Cruces en 1965 y 1969. "Estos delitos no prescriben" porque "estos niños que ahora son hombres siguen viviendo y ni ellos conocen sus raíces ni las madres conocen a sus hijos", destacó la portavoz de la asociación, Palmi Fernández

La portavoz mostró su confianza en que la Fiscalía "recurra" la decisión y se puedan investigar los casos de presuntos robos de bebés sufridos por María Galán en 1965 y por Sofía Salazar en 1969. Ambas serán recibidas hoy en Bilbao por la Fiscalía.

La concentración, que contó con el apoyo de varios representantes de la asociación homónima en Castilla León, se inició a las 13.00 horas ante las escalinatas de acceso al Palacio de Justicia baracaldés y en ella tomaron parte algo más de medio centenar de personas que protestaban por la decisión judicial tras una pancarta con el lema Nuestros hijos viven, nuestros casos no prescriben.

En la concentración se encontraban presentes María Galán y Sofía Salazar, las dos mujeres cuya denuncia no ha prosperado en el juzgado número 4 de Barakaldo "mientras que en el juzgado número 2 de esta sede judicial sí se han admitido a trámite otras denuncias similares por lo que esta disparidad de criterio nos ha dejado perplejos, máxime cuando la Fiscalía ya se ha posicionado en el sentido de que estos casos no prescriben, añadió Fernández.

La portavoz de SOS Bebés Robados apuntó que la asociación tiene recogidos unos 170 casos distribuidos por toda la geografía vizcaina, de los que entre 50 y 60 se produjeron en Cruces, y el resto en maternidades privadas y en el hospital de Basurto. "Seguramente habrá más casos pero a diferencia de otros lugares del Estado, aquí la gente es más reacia a denunciar aunque con las que ya están iremos a La Haya si hace falta", anunció.

Una de las que si dio el paso adelante fue María Galán, de Galdakao, quien relató como en 1965, con 23 años, dio a luz a una niña a la que pudo ver, "pero había dos comadronas y una dijo que le habían tenido que poner oxígeno y otra decía que si no tenía pulso", relató. Luego le dijeron que la niña había fallecido y "que se encargaban ellos de los restos de la criatura".