almonte (huelva)
DOÑANA, su mero nombre evoca campo abierto, naturaleza libre, ecosistema en equilibrio, aves que van y vuelven, que reposan, que repostan, animales en su medio natural… Praderas, humedales, jarales, regatos… todo un entramado de vida en efervescencia que atrae hacia sí como un imán irresistible a todos los amantes de la naturaleza, a naturistas aficionados y a investigadores que recorren sus acequias, sus bosques y praderas, sus charcas, regatas y senderos, anotando en los cuadernos de campo todo cuanto ven, observan y desean analizar.
Durante los últimos 48 años han sido centenares los simples observadores y estudiosos naturistas quienes han recogido en sus apuntes de campo el pálpito de una zona inigualable, de riqueza faunística única en Europa. Para que toda esa información no sólo no se pierda, sino que tenga una utilidad práctica, tanto para entendidos como para cualquier persona interesada, se han recopilado y catalogado los apuntes de más de doscientos cuadernos de campo realizados durante este último medio siglo por estudiosos de este parque único, clave en el equilibrio ecológico, especialmente avícola, de toda Europa.
Los estudiantes, muchos de ellos veinteñeros, que se acercaban al mayor santuario de aves migradoras europeo por una cama y algo de comer -como el caso del pintor Vigo Ree-, estampaban sus anotaciones técnicas y en este caso del artista noruego también sus ilustraciones de la reserva protegida.
Sus impresiones y testimonios, traducidos al castellano, han sido seleccionados entre los 200 diarios escritos desde 1952 para conformar la primera base de datos de Doñana.
tesoros científicos En Doñana, una de las áreas naturales de más valor ecológico de todo el planeta, uno de sus tesoros científicos, la mina de datos que suponen los Cuadernos de campo elaborados cotidianamente por naturalistas de todo el mundo desde hace medio siglo, han sido hasta ahora de muy difícil acceso para los investigadores. La Estación Biológica de Doñana del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con el apoyo de la Fundación BBVA, han logrado recuperar y estructurar la información para ponerla a disposición de la comunidad científica internacional y de la ciudadanía en general.
El proyecto incluye, además de la base de datos, la creación de una web (http://www.cuadernosdecampo.es/) con información sobre el Parque Natural, que incluye miles de fotos e imágenes obtenidas a través de una red de cámaras web que muestran la vida salvaje en directo en zonas del parque seleccionadas por los propios científicos.
Fueron los guardas, medio obligados, los que hace casi cinco décadas empezaron a escribir en cuadernos y hojas sueltas. Se les encomendó la misión de ir rellenando una serie de epígrafes, aunque los usaban bastante poco. Su caligrafía era bastante deficiente y tampoco se preocupaban en exceso porque fuesen documentos legibles; sin embargo, y a su pesar, fueron los iniciadores de los apuntes, los que dejaron un importante material histórico.
Los voluntarios, biólogos franceses e ingleses, empezaron a llegar a Almonte a mediados de los años sesenta. Lo hicieron de la mano de Luc Holfman, el naturista suizo que fundó el Parque de Doñana. Con ellos se fue subiendo la entidad científica de los cuadernos. Así, los diarios de los guardas cobran una relevancia especial porque constituyen una muy detallada crónica científica de la vida en esta área natural en las últimas décadas. Se pueden comparar datos actuales para saber qué especie se conserva, cuál se ha extinguido o incluso recuperado.
En los cuadernos quedan reflejadas también la personalidad y las experiencias vitales de los autores, ya que incluyen anotaciones personales y comentarios subjetivos.
naturistas y dibujantes Inicialmente los naturistas eran muy buenos dibujantes; sin embargo, las cámaras digitales han hecho que las ilustraciones hayan pasado al olvido. Actualmente sólo quedan tres o cuatro que tiran de papel para describir las más de cien mil hectáreas de Doñana. Entre estos se encuentra el ornitólogo Luis García, que ha escrito 39 cuadernos. Uno cada año desde 1972.
"La información que aportan los cuadernos evidencia la evolución de las poblaciones a lo largo de un periodo muy dilatado de tiempo", detalla el biólogo del CSIC Juan Calderón, director del proyecto. "En un escenario de cambio global como el actual resulta de mucho interés conocer estas tendencias, lo que sólo es posible si se dispone de datos tomados en largos periodos de tiempo. Es una información que no se puede lograr a posteriori", destaca el investigador.
Los cuadernos aglutinan datos de 7.314 grupos de organismos, estructurados en un total de 215.000 registros: tablas, gráficos, campos de texto, etc. Se incluyen miles de censos de aves realizados desde tierra, en los lugares de concentración y concentración como zonas con agua, colonias o dormideros, y varios cientos hechos desde el aire, en vuelos sobre toda el área de Doñana.
Los elementos gráficos: dibujos a mano alzada en los primeros cuadernos y fotografías en los más recientes, forman parte sustancial de estos diarios. "Algunos dibujos tienen el valor añadido de que sus autores han adquirido a posteriori gran fama como ilustradores de naturaleza, como el el caso del naturalista y pintor noruego Viggo Ree", reconoce con visible satisfacción, el biólogo Juan Calderón.
del hule a la digitalización El sistema abre la puerta a una minería de datos aún poco frecuente en el área de la biología de la conservación. Además, los creadores de este sistema de búsqueda han seleccionado siete cuadernos de campo y los han digitalizado en su totalidad, de forma que ahora es posible navegar por los originales escaneados, página a página y registro a registro. Los cuadernos y las libretas de hule con los apuntes de los voluntarios han sido digitalizados con las páginas originales que se visualizan en PDF.
El tratamiento de la información recogida en los apuntes de campo ha generado ya resultados científicos. Para algunas especies ha sido posible conocer su evolución en el tiempo, lo que a su vez ha permitido en determinados casos adoptar estrategias concretas de conservación. Asimismo, se ha elaborado ex profeso un mapa de ecosistemas a partir de los lugares citados en los cuadernos.
El portal contiene recursos para profundizar en estudios posteriores sobre los ecosistemas y las especies que conforman Doñana. Por medio de 11 recorridos virtuales con más de 250 fotografías, es posible conocer los distintos biotopos, en la estación seca y en la húmeda. El usuario puede detenerse en los lugares de mayor interés y conseguir de cada uno de ellos una vista panorámica.
Águilas imperiales, linces, halcones peregrinos o lechuzas campestres en libertad, pueden observarse a través de una colección de vídeos grabados por observadores de campo e investigadores. Además, es posible consultar el recorrido concreto de las especies migratorias en un mapa de Google en el que se señalan las distancias recorridas, el tiempo transcurrido entre una observación y la siguiente y el número de veces seguidas que el animal ha sido avistado en el mismo lugar.
El portal dispone de una guía de especies amenazadas, endémicas y raras, con fotografías, sonidos y textos explicativos sobre su biología, tamaño de población y ecología integra. Pero no sólo esto, otra de las aportaciones llamativas son las fotografías que conforman la portada de la web. Las imágenes van rotando cada vez que se accede a la home, lo que proporciona vistosidad al portal que hará las delicias de quienes se adentren en el territorio Doñana.