BERMEO. El buque atunero Felipe Ruano fue atacado en la mañana de ayer por un grupo de piratas somalíes cuando faenaba a la pesca de túnidos en aguas internacionales del océano Índico. Los hechos se produjeron hacia las ocho de la mañana cuando el buque atunero bermeano fue sorprendido con la red largada en el agua en un punto situado a cerca de 800 millas náuticas (unos 1.500 kilómetros) al este de la capital de Somalia, Mogadiscio, y a unas 540 millas al nor-nordeste del archipiélago de las Islas Seychelles.
Tras detectar la presencia de los piratas, el pesquero bermeano no pudo darse a la fuga al tener el aparejo en el agua. El capitán del atunero alertó inmediatamente por radio de que estaban siendo hostigados por hombres armados e inmediatamente otro atunero bermeotarra, el Artza, se dirigió a toda máquina a la zona, en auxilio del Felipe Ruano. Finalmente, los agentes de seguridad privada a bordo del atunero atacado abrieron fuego disuasorio contra el dohw que navegaba a toda máquina hacia la posición del atunero.
Después de la primera ráfaga de disparos, el buque pirata no alteró su rumbo y siguió navegando hacia el pesquero hasta situarse a milla y media de su costado. Una nueva actuación de los agentes de seguridad logró finalmente abortar el intento de secuestro y los piratas se dieron a la fuga sin que llegaran a abrir fuego contra el barco bermeano.
Este incidente representa el primer ataque contra un buque atunero vasco desde que los piratas reanudaran la actividad en mar abierto una vez concluida la temporada de monzones. El último hostigamiento contra un pesquero vasco por parte de bandas armadas procedentes de Somalia, se produjo el pasado mes de mayo. Entonces, el pesquero Campolibre Alai, de la empresa bermeana Etxebastar escapó de un grupo de hombres armados.
El pasado 19 de septiembre, sin embargo, el atunero francés Trevignon fue atacado por piratas somalíes pero las unidades de Infantería de Marina a bordo del pesquero galo lograron abortar el intento de secuestro. En las últimas semanas se había detectado la presencia de buques nodriza piratas en diversas zonas del océano Índico y desde el sector atunero se barajaba la posibilidad de que se produjeran ataques de manera inminente contra los barcos que allí faenan, como finalmente sucedió en la mañana de ayer.
Ataque anterior El Felipe Ruano pertenece a la empresa bermeana Pevasa y no es la primera vez que se sitúa en el punto de mira de los piratas somalíes. Así, el 13 de marzo de 2009, todavía sin agentes de seguridad privada a bordo, los tripulantes de este atunero vivieron un episodio angustioso cuando estuvieron a punto de ser capturados por una banda pirata. El barco navegaba por aguas internacionales, a 560 millas de la costa de Somalia, cuando fue atacado. El pesquero emprendió entonces la huida y tras una dramática persecución que se prolongó por espacio de 70 interminables minutos y en la que un esquife pirata llegó a situarse a tan sólo cien metros del costado del barco bermeano, los agresores abandonaron el acoso.
Este buque pertenece a la misma empresa que el Playa de Bakio, barco atunero secuestrado por piratas somalíes en abril de 2008 y liberado seis días más tarde. Otros barcos de esta armadora de Bermeo han sido objeto de ataques. Tal es el caso del Playa de Aritzatxu y el Playa de Anzoras.
Mientras tanto, el sector atunero congelador continúa en alerta consciente del peligro que supone la presencia de buques nodriza de piratas en todo el Índico occidental. "Estamos en temporada de calmas postmonzónicas y es evidente que existe el peligro de que cualquiera de nuestros barcos sea atacado en cualquier momento. Esperamos que la labor de los agentes de seguridad privada logre abortar todos los ataques que se puedan producir", explicaban fuentes del sector pesquero.