ARGANDA DEL REY. Una mujer de 48 años de edad que responde a las iniciales C.L.B. falleció ayer por una herida de hasta de toro durante el tercer encierro de las fiestas de la localidad madrileña de Arganda del Rey, según confirmaron a Europa Press fuentes municipales.

La mujer, que fue atendida por una UVI del Summa que conformaba parte del dispositivo sanitario desplegado con motivo de los encierros, presentaba una herida por asta de toro en el cuello a la altura de la zona de las cervicales, según informaron fuentes de Emergencias Comunidad de Madrid. Asimismo, presentaba un traumatismo craneoencefálico severo por impacto contra el suelo. El servicio de emergencia "confirmó el fallecimiento sin poder hacer nada por recuperarla", ya que la mujer "tenía lesiones gravísimas incompatibles con la vida".

cabeza fuera de la valla Diversos testigos relataron que el animal hirió a la mujer clavándole el cuerno por el cuello y, acto seguido, la víctima cayó al suelo de manera "fulminante". Así lo contaban en declaraciones a Europa Press Televisión un grupo de vecinos de la localidad que habían presenciado "en directo" la muerte de María del Carmen López, de 48 años, natural de la localidad madrileña de Velilla de San Antonio, casada y con un hijo de 15 años de edad.

Tres testigos, que se encontraban frente a la valla en la que se protegía del encierro la fallecida, contaron que la mujer estaba mirando cómo los toros se dirigían hacia la plaza con la cabeza fuera del vallado sin darse cuenta de que otro, que se había quedado rezagado, venía por detrás muy próximo a las vallas. De esta manera, recordaron que vieron a la mujer caer "desplomada" al suelo tras haberle "clavado el cuerno" el toro y haberle "reventado la cabeza entera". "Estoy temblando todavía, lo hemos visto en directo. Ha sido impactante y fulminante. Le ha dado en la cabeza y ha caído la mujer muerta. Una cosa horrible", se lamentaron.

Por otra parte, otro vecino de Arganda del Rey de 38 años resultó herido por asta de toro al ser corneado por un astado durante la celebración de una capea con motivo de las fiestas patronales y horas después del fallecimiento de la mujer por la mañana en el tercer encierro de dichas fiestas.