UnA empresa gasteiztarra ha conseguido asentar un verdadero negocio en hacer compras, eso sí, ficticias, con las que evalúa la calidad del servicio del comercio visitado. El trabajo consiste en que uno de estos compradores virtuales se presenta en un comercio o una empresa de servicios y evalúa los estándares de calidad en la prestación de servicios, en la venta de productos o en las instalaciones visitadas, a modo de espías...
Mystery Consulting tiene ya delegaciones en Barcelona y Madrid, aparte de la de Gasteiz, desde donde planifican el trabajo de sus más de 1.700 compradores ficticios, la mayor base de datos de este tipo de negocio en el Estado a pesar de que se constituyó hace sólo dos años. Calibrar el trato de los empleados a los clientes, si el personal se viste de la manera adecuada, la música y la temperatura del establecimiento o la capacidad de negociación de los trabajadores con un comprador ante una reclamación, son algunas de las acciones de los compradores-espías.
En muchas ocasiones se consuma con el pago del género con dinero que luego devuelve la empresa, pero en otras no, cuando, por ejemplo, se trata de evaluar a un concesionario de coches o una inmobiliaria. Los compradores ficticios a veces son pillados porque se interesan por cuestiones no habituales en un cliente, por lo que tienen que explicar cuál es su cometido verdadero.
si no está satisfecho... La filosofía del negocio es clara: un gran porcentaje de los clientes de un comercio no vuelve a él si el servicio no es satisfactorio. En los actuales tiempos, es mucho más efectivo para una empresa hacer fieles a sus clientes que conseguir nuevos y, además, un cliente insatisfecho es un peligro potencial porque su mala experiencia se la contará a un mínimo de diez personas, según los cálculos de esta empresa. Además, la actual situación de crisis está haciendo que las empresas estén muy preocupadas por el mayor nivel de exigencia de los compradores y por la bajada en el volumen de ventas.
Los promotores de la empresa, Kepa Gabilondo y Javier Bela, reconocen que esta recesión es una "gran oportunidad" para trabajos como el suyo, porque las empresas valoran mucho contar con comerciales que lleguen a vender sus productos, que culminen su labor. Pese a que el informe que se elabora, siempre a petición de la dirección de la empresa propietaria del establecimiento o de la oficina, puede acabar en despidos o la no renovación de una franquicia, por ejemplo, el objetivo principal "no es castigar, sino buscar soluciones a los problemas".
Los compradores ficticios son contratados puntualmente, pero pueden llegar a cobrar hasta 800 euros mensuales, dependiendo del número de informes que elaboren y su complejidad. Tienen la posibilidad de llegar a cualquier pequeña población, lo que les permite hacer evaluaciones de empresas en todo el Estado prácticamente en el día. Esta empresa espera llegar a facturar en 2012 hasta 4 millones de euros y está ultimando acuerdos con otras para elaborar informes en países como Japón y Estados Unidos. Han reclamado sus servicios marcas como Coca Cola, Peugeot o Bankinter.