GASTEIZ. Un total de 3.666 ciudadanos vascos utilizaron durante el primer año de oferta la prueba rápida para detectar la prevalencia del virus de inmunodeficiencia adquirida (sida) que ofrecen una veintena de farmacias en Euskadi. La mayoría de usuarios fueron varones con una edad media de 36 años y el motivo fue relaciones heterosexuales.
El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, facilita estos datos en respuesta a una pregunta parlamentaria del PNV y lo hace poco después de anunciar que diez nuevas farmacias se van a sumar a lo largo de este año a la red de boticas que ofrecen esta prueba rápida. De esta forma serán un total de treinta el número total de farmacias participantes en el programa.
La sanidad española fue pionera en la UE con la puesta en marcha el 1 de marzo de 2009 de un programa experimental de dispensación de test de sida en farmacias para comprobar la eficacia de una prueba que debería favorecer la detección precoz de la enfermedad. El proyecto comenzó a desarrollarse en veinte boticas del País Vasco y otras tantas de Cataluña.
Las personas que deciden utilizar el test son pinchados en un dedo para extraerle una gota de sangre que será analizada en la misma farmacia, ya que las boticas elegidas para dispensar la prueba disponen de una rebotica o sala adicional donde los usuarios pueden llevar a cabo la prueba con absoluta discreción y lejos de los ojos del resto de clientes. Los resultados están listos en sólo quince minutos y el precio de la prueba no supera los cinco euros.
Este proyecto buscaba conseguir que las personas con prácticas de riesgo se animen a realizarse la prueba en los casos en que son reticentes a informar de dichas prácticas a su médico de cabecera. El hecho de poder acudir a cualquier farmacia, incluso a una alejada del domicilio, puede animar a los interesados a someterse a una analítica rápida.
Los datos acumulados entre el 1 de marzo de 2009 y el 31 de marzo de 2010 permiten afirmar que la experiencia está resultando exitosa. Y es que un total de 3.666 ciudadanos vascos hicieron uso de la prueba durante dicho periodo de tiempo (425 en Alava, 1.908 en Vizcaya y 1.333 en Guipúzcoa), con un coste para las arcas públicas de 66.105 euros.
El número de casos positivos asciende a 31, lo que representa una tasa del 0,83%. Esta tasa de infección es superior a la esperada en la población general y fue mayor en varones y en personas que se hicieron la prueba para descartar un eventual contagio después de haber mantenido una relación íntima heterosexual.
Tanto los farmacéuticos como los clientes consideran positiva la experiencia, y valoran sobre todo aspectos como la rapidez a la hora de conocer el resultado, el anonimato y la accesibilidad de las farmacias. También se valora la coordinación entre las farmacias y los centros de referencia para la confirmación del diagnóstico y la citación de los pacientes en la red sanitaria.
Veinte farmacias vascas (2 en Araba, 12 en Bizkaia y 6 en Gipuzkoa) participan actualmente en el programa y a lo largo de este año se sumarán otras diez (2 en Araba, 5 en Bizkaia y 3 en Gipuzkoa). Su elección se llevará a cabo teniendo en cuenta de si disponen de rebotica para realizar la prueba de forma confidencial, el horario de apertura, y la formación del personal.