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Un armario con doble fondo

w El reconocimiento de Ricky Martin como gay reabre el debate sobre la homofobia social w Cada vez más artistas optan por hacerlo público mientras que políticos y deportistas siguen ocultándose

Un armario con doble fondo

bilbao

LA salida del armario del cantante Ricky Martin ha reavivado el debate sobre la homofobia que aún hoy se percibe en algunos estratos sociales. La prensa del corazón hace ya apuestas por quién será el próximo famoso en declarar su homosexualidad y confecciona listas de los candidatos a salir del armario, el denominado como outing. Los políticos y los deportistas son los grandes tapados. Porque aunque en 2010 salir del armario no parezca un ejercicio de riesgo, a algunos gays se les antoja un salto al vacío pese a ser, muchas veces un secreto a voces.

Un personaje de la serie Aida, Fidel, ha sido clave en la visibilidad gay en la adolescencia. Su actor, Eduardo Casanova, reconoce abiertamente su homosexualidad y participa activamente en el Día del Orgullo. Pero hay muchos que se resisten a salir del armario y otros muchos que son empujados a trompicones. Lo dijo Elton John hace un tiempo al bromear con que Hollywood había más bisexuales que otra cosa y al reconocer que "algunos se empeñan a empujarnos fuera".

En Euskadi, el Ararteko, Iñigo Lamarca, hace tiempo que dio el salto porque reivindica "el derecho a vivir la homosexualidad con normalidad". Pedro Zerolo, convertido durante años en el icono gay de la política, es consciente de que «aún quedan muchos armarios de los que salir y no sólo el homosexual", revela. No fue el más precoz. El catalán Miquel Iceta se reveló como el primer político en reconocer lo que era vox populi en 1999, cuando pidió el voto para el colectivo LGTB.

El empresario y jinete olímpico Kike Sarasola fue el primer deportista de élite en ponerse en la palestra porque tal y como aseguró a la revista Zero "antes de que me llamen maricón, lo digo yo". El presentador y escritor venezolano Boris Izaguirre, uno de los que más pluma ha exhibido a lo largo y ancho del país, admite que ese perfil frívolo y excesivo "ha podido dañar a la causa".

De las dificultades por exteriorizar esta orientación sexual da perfecta cuenta Lamarca, quien utiliza el diario que comenzó a escribir cuando tenía 15 años para explicar todos esos sentimientos que se le amontonaban de adolescente. De su complicación para afrontar una tendencia que no es la predominante, da fe esta frase: «Quiero pedir ayuda a Dios para que dé una solución a mis dudas». Así reza la primera cita del diario de un chico desesperado porque se ha dado cuenta de que se ha enamorado de otro chico y de lo que eso significa.

Con el diario ya a pasado a limpio, junto con Lamarca, el ranking del poder gay en el Estado español está hoy fuertemente engrosado. Lo encabeza el juez Fernando Grande-Marlaska, que se casó en 2005 con su marido Gorka, y ocupa un lugar destacado el director de cine Pedro Almodóvar, seguido por Jesús Vázquez o Jorge Javier Vázquez, presentadores de Telecinco y abanderados activos de la causa. El director de cine Alejandro Amenábar confesó su condición nada más empezar su carrera cinematográfica y escritores como Álvaro Pombo o Eduardo Mendicutti no evitan las referencias homosexuales en sus obras. Pero el diseñador Vittorio que lidera, junto con Luchino uno de los emporios de la moda española, y que se casó con su pareja en 2007, sabe bien de estos sinsabores ya que tras su boda, se les expulsó de la cofradía sevillana a cuyas imágenes solían vestir.

tabús Ni siquiera en Hollywood, que parece el paraíso de la aceptación, lo tienen fácil. La actriz Kelly McGillis que protagonizó otra de las salidas del armario más sonadas, admitió que no lo había dicho porque tenía miedo a ser juzgada. De hecho, Tom Cruise ha sido objeto de un buen número de minutos de TV al respecto. En un polémico episodio de la serie de dibujos animados South Park aparece este sketch: "Tom Cruise, somos la policía. Por favor, sal del armario. Todos los presentes quieren que salgas del armario, todo saldrá bien".

Y es que Hollywood y el mundo del celuloide son desinhibidos, pero dentro de un orden. Ellen DeGeneres declaró abiertamente hace 10 años su condición de lesbiana pero a su entonces compañera Anne Heche le valió la cancelación del contrato de una película. En 2008, el público de medio mundo acudió masivamente a las salas de cine a ver la premiada Brokeback Mountain que narra el amor sin tapujos entre dos cowboys, sin embargo históricamente las estrellas han ocultado su condición. Bastantes actores masculinos eran, dentro de su círculo íntimo, reconocidos homosexuales como Montgomery Clifft o Rock Hudson pero ninguno lo confesó en el cenit de su carrera.

Sin embargo, donde los prejuicios se elevan a una categoría estratosférica es en el mundo del deporte. Aunque miembros de colectivos gays y lesbianas aseguran que "pocas cosas ayudarían tanto a normalizar la homosexualidad como encontrar referentes gays positivos entre deportistas de élite, especialmente entre futbolistas, auténticos iconos reverenciados por millones de fieles, no hay nada que esté más lejos de la realidad". Pero ¿por qué no salen del armario? Centrándonos en un mundo tan particular como el del balompie, se podrían ensayar algunos motivos que tendrían un común denominador: el miedo y el machismo. El machismo que impera en el fútbol impide a los jugadores homosexuales reconocerlo. "El miedo a la reacción de la grada y a los compañeros de vestuario puede más", asegura el director de una revista gay, quien afirma que destapar a futbolistas y a toreros es la asignatura pendiente.