Iruñea. "No sé cómo sucedió todo esto". El acusado de asesinar a la irundarra Nagore Laffage en los Sanfermines de 2008 repite hasta la extenuación en un vídeo grabado en su domicilio, tres semanas después del crimen, que no recuerda cómo, ni dónde, ni cuándo acabó con la vida de la joven enfermera. "Fue todo muy caótico", se le escucha decir a José Diego Yllanes Vizcay en la grabación visionada ayer por los jurados populares y el público, una prueba previa a su propia declaración, que se producirá esta misma mañana.
Tras la constitución del jurado popular y los informes preliminares de las siete personadas en la causa, la vista se reanudó por la tarde con la proyección de varios vídeos de la investigación, entre ellos el que contiene la reconstrucción de los hechos.
Acompañado por la juez instructora, el fiscal y sus abogados, así como agentes de la Policía Foral, el acusado intenta hacer memoria para explicar qué ocurrió, pero es incapaz de precisar múltiples extremos. Visiblemente nervioso, jadeante y tembloroso, el psiquiatra residente de la Clínica Universitaria insiste en el vídeo que "sólo recuerdo lo que hice al principio y al final. Entre medio hay muchas cosas que no recuerdo realmente".
José Diego Yllanes coincidió con Nagore Laffage en la avenida Pío XII de Iruñea. Desde allí se dirigieron hasta el piso que el acusado tiene en la calle Sancho Ramírez. "No sé bien qué hicimos, pero primero estuvimos en la sala. Tengo todo como difuminado", comenta.
Al referirse a la relación sexual que habían iniciado, el acusado relata que "cuando estábamos revolcándonos en el suelo, con mucha fogosidad, nos quitamos la ropa y se rompió el tanga de ella. Fue por la excitación. Ahí lo dejamos, paramos, porque la cosa se enfrió. Intenté calmarla para que quedase todo bien, pero lo siguiente que recuerdo es el baño. Entre medio hay muchas cosas que no recuerdo realmente".
Interrogado acerca de la discusión que mantuvieron, Yllanes añade que "ella no quería seguir, porque fue todo brusco". Añade que "había ofuscación, porque ella pensaba que yo quería hacerle algo malo a ella. Lo normal no es un aquí te pillo, aquí te mato. Yo siempre he querido terminar las cosas con normalidad". Ya en el baño de la vivienda, Yllanes asegura en el vídeo que "ella también estaba aquí tumbada en el suelo. Fue cuando tome conciencia de lo que estaba pasando, de lo que había pasado, de que no estaba viva. Estaba muy agitado, muy ido, muy nervioso", afirma entre sollozos el acusado, quien no recuerda haber si la joven presentaba golpes en la cara. "La verdad es que no recordaba ni su cara. La vi al entrar en prisión, cuando un compañero me enseñó un periódico".
En cuanto al momento de la muerte de Nagore Laffage, el acusado sólo acierta a realizar suposiciones. "Intentaría sujetarla para que se calmase y no sé en qué momento perdí el control", concluía el acusado.