Gasteiz. Localizar a un desaparecido no siempre es tarea sencilla y cuando las búsquedas se dilatan en el tiempo es necesario recurrir a toda la ayuda posible. Es entonces cuando los grupos de voluntarios y los diferentes cuerpos de seguridad se coordinan para optimizar resultados. Batidas a pie por el monte, vigilancia aérea desde helicópteros, movilización de equipos de rescate en alta montaña, rastreos subacuáticos en el mar, en pantanos, en ríos... toda colaboración es bien recibida. Disponer de una información precisa y veraz también resulta clave, por lo que la Ertzaintza participa activamente en la elaboración de una extensa base de datos que contendrá todo tipo de información sobre personas desaparecidas y cadáveres sin identificar, una labor en la que también se han implicado la Policía Nacional, la Guardia Civil y el resto de las policías autonómicas.

En estos momentos, un grupo de especialistas de la Ertzaintza trabaja conjuntamente con los responsables del Ministerio del Interior para coordinar toda la información disponible. Cuando se ultime el proyecto, cualquier agente podrá acceder a los datos desde cualquier punto del Estado y cruzarlos de forma automática para mejorar el hallazgo de desaparecidos o proceder a la identificación de cadáveres. Para dicho cotejo, se utilizarán diferentes elementos, como los rasgos físicos, tatuajes, cicatrices, fichas dentales, huellas dactilares o ADN.

Según señalaron los responsables de este proyecto, la información contenida en el fichero será totalmente compatible con los sistemas informáticos empleados en las bases de datos internacionales a las que cuerpos como Interpol o Europol recurren para buscar personas desaparecidas, ya que manejará parámetros del mismo tipo.

Niños desaparecidos Para completar el nuevo sistema, las autoridades pondrán en breve en marcha un nuevo número de teléfono desde el cual se fomentará la participación ciudadana en los casos de menores desaparecidos, un ámbito que genera una especial sensibilidad y trascendencia. Será el 116000, una cifra que, marcada desde cualquier terminal, recogerá de inmediato tanto las llamadas de denuncia como cualquier indicio que pueda conducir a una localización.

Este nuevo servicio telefónico está, por el momento, en fase de puesta en marcha a nivel estatal y el Gobierno vasco trabaja de forma coordinada con sus responsables para integrarlo en el momento en el que sea totalmente operativo. Cuando llegue ese momento, Lakua realizará la correspondiente presentación oficial.

Los responsables de la nueva línea quieren que en ella prevalezca el interés social, por lo que carecerá de carácter policial y su gestión recaerá exclusivamente sobre una ONG. El nuevo protocolo establecerá, además, un Sistema de Alerta por Desaparición de Alto Riesgo (SADAR), similar al modelo AMBER que funciona en Estados Unidos y al Alerte Enlèvement de Francia, que permitirá a los encargados de las investigaciones la emisión de alertas o avisos de solicitud de colaboración ciudadana a través de los medios de comunicación.

La iniciativa ya funciona con el mismo número de teléfono en otros países miembros de la Unión Europea, como Grecia, Hungría, Países Bajos, Portugal o Rumania. Cada año, en España se registran unas 50 desapariciones de "alto riesgo", algunas de las cuales nunca se llegan a resolver.