En las elecciones municipales del año pasado, la comarca de Eskuinaldea y Uribe Kosta, donde EAJ/PNV mantenía una histórica hegemonía, EH Bildu accedió a la Alcaldía en localidades como Urduliz, Lemoiz, Plentzia o Sopela. Precisamente, estas dos últimas son dos localidades en las que la coalición abertzale tiene notable fuerza y la pugna en los comicios locales suele estar muy reñida. Sin embargo, en esta ocasión, pese a estar gobernadas por EH Bildu, Plentzia y Sopela optaron por apoyar al PNV.

En este sentido, en Sopela los jeltzales obtuvieron 2.997 votos, es decir, el 41,70%, frente a los 2.605 logrados hace cuatro años. Por su parte, EH Bildu consiguió 2.515 votos frente a los 1.841 de 2020 en unas votaciones en las que la participación fue del 55,61%.

A este respecto, los jeltzales valoraron de forma “muy positiva” estos resultados en los que casi alcanzan la cifra redonda de 3.000 votos en unas elecciones en las que señalan que han vuelto a recuperar la confianza de Uribe Kosta, pero son conscientes de que “hay trabajo por hacer”.

Mientras tanto, en Plentzia los apoyos para Imanol Pradales alcanzaron la cifra de 1.011 votos (43,41%), frente a los 880 (37,78%) de EH Bildu. Asimismo, en Urduliz los jeltzales, pese a estar en la oposición a nivel municipal, también fueron la fuerza más votada con 1.229 (43,11%), incrementando así sus apoyos respecto a hace cuatro años cuando obtuvieron 970. Por su parte, EH Bildu también vio incrementado su respaldo con 997 votos (34,97%) frente a los 620 de 2020. En el caso de Barrika, los jeltzales también obtuvieron la mayor parte de los apoyos con 329 votos (42,40%), seguido de EH Bildu con 273 (35,18%). En Gorliz, el PNV se impuso con 1.430 votos (44,81%) seguido de cerca por EH Bildu 1.115 (34,94%). En cambio, en Lemoiz, donde gobierna la coalición abertzale, EH Bildu se mantuvo como el partido con mayor respaldo con 322 votos (44,17%) por tres votos ya que el PNV sumó 319 (43,76%).