Su teléfono no ha dejado de sonar desde el domingo por la noche. Después de vivir una intensa jornada electoral, por la noche llegó el momento de brindar tras conocer los resultados: un total de 2.439 votos, lo que se traduce en ocho ediles, el mejor resultado de EH Bildu.

¿Esperaba obtener un resultado tan importante?

—Esperábamos mejorar nuestros resultados, pero no a este nivel. Ha sido inesperado y por eso estamos muy contentas e ilusionadas.

¿Ha recibido muchas felicitaciones?

—Ha sido abrumador. Desde el domingo por la noche el teléfono no ha parado de sonar. Además de los mensajes y llamadas, que te paren por la calle es algo a lo que no estoy acostumbrada.

¿Cómo vivió la jornada electoral?

—Todos los años suelo estar en las mesas, pero este año le dije a mi equipo que no quería estar allí, sobre todo en el momento del recuento, porque me iba a poner muy nerviosa y prefería esperar a los resultados. Estuve paseando y viendo si necesitaban ayuda con algo. Luego ya a partir de las ocho que empezaron a llegar los primeros resultados fue otra historia.

¿Que sensación le deja el respaldo recibido en las urnas?

—En primer lugar me gustaría agradecer todo el reconocimiento de los vecinos y vecinas porque hemos trabajado mucho y verlo reflejado en estos resultados, te puedes imaginar la alegría y la ilusión que supone. Al final, aunque hacemos este trabajo con gusto, si luego la gente lo reconoce y se ven los resultados, pues mucho mejor. Por eso en estos momentos siento una alegría inmensa.

Unai del Burgo fue cabeza de lista de su partido en las pasadas elecciones municipales de 2019. Sin embargo, a mitad de legislatura usted asumió el cargo de portavoz del grupo municipal, ¿cómo fue ese proceso hasta convertirse en candidata?

—Bueno al final fue por un tema personal de Unai en el que tuvo que estar un año ausente. Entonces yo estaba como concejala liberada, con dedicación plena, y asumí sin problemas el cargo de portavoz. Cuando se reincorporó, me dijo que lo había hecho muy bien y que quería que siguiese.

Ahora se encuentran en una posición muy favorable para gobernar, puesto que sólo necesitan el apoyo de un edil de otro partido para tener mayoría absoluta, ¿han empezado ya a trabajar en posibles pactos de cara al próximo día 17, fecha en la que está previsto que se constituyan los ayuntamientos?

—Antes de la celebración de las elecciones mantuvimos ya una ronda de contactos para compartir nuestro programa con diferentes formaciones políticas del Ayuntamiento de Sopela para explicarles qué es lo que vamos a ofrecer y en qué consiste nuestro programa, y luego esta tarde –por ayer– hemos quedado con nuestras bases para analizar los resultados y para ver de aquí en adelante los pasos que vamos a seguir, etc. Pero sí, a partir de mañana –por hoy– o pasado vamos a iniciar una ronda de contactos con otras formaciones para intentar conformar un gobierno sólido.

Con el actual escenario les podría servir tanto el acta lograda por Elkarrekin-Podemos, formación con la que han coincidido en diversos asuntos durante la legislatura, como la del PSE o la del grupo independiente de Alternativa Vecinal de Sopela (AVS/SAA), ¿confía en llegar rápido a un acuerdo?

—Entendemos que sí, pero no me gusta adelantarme a los acontecimientos, así que veremos el día 17 que es cuando se decidirá finalmente todo.

¿Se ve ya como nueva alcaldesa?

—A tenor de los resultados, es cierto que por una parte me veo ya como alcaldesa y, al mismo tiempo, también quiero cambiar el chip e ir preparando la cabeza para serlo. Estoy muy ilusionada y, como es normal, con un poco de vértigo porque es una gran responsabilidad y queremos hacerlo bien.

¿Cree que Sopela necesitaba un cambio?

—Creemos que se puede hacer mejor y tenemos que intentar cambiar las cosas para construir otra Sopela. Estamos con muchas ganas de afrontar este reto.

La última vez que gobernaron fue en la legislatura 2011-2015, con Saioa Villanueva al frente.

—Han pasado ocho años desde el final de esa legislatura, pero hemos seguido trabajando en el proyecto. En mi caso no desde el principio, pero hay mucha gente que sigue aunque no esté en primera línea.

En caso de ser investida, ¿cuáles serán las principales líneas de actuación de su mandato?

—Por un lado, me gustaría mejorar la movilidad en el municipio, sacar el tráfico del centro y dar prioridad a los peatones y también dar prioridad a las personas con movilidad reducida para que sea un pueblo accesible para todo el mundo. También queremos abordar el tema de la vivienda, por eso se ha aprobado el plan parcial de Abaro y el de Ripa sólo el inicial. También pedimos esta pasada legislatura un estudio sobre la viviendas vacías y ahora queremos trabajar sobre esos datos para movilizarlas y que salgan en alquiler, al igual que abordar una ordenanza para poder convertir las lonjas vacías en viviendas, siempre y cuando sean en las condiciones de las VPO. Por otra parte, aunque no sea un asunto de competencia municipal, queremos seguir presionando para dar solución al tema de Zipiriñe e Iberre.